Schlink ahonda en las pasiones y dilemas morales en la novela 'Mujer bajando una escalera'

EUROPA PRESS 16/06/2016 18:13

La editora Silvia Sesé ha descrito la novela como una obra parecida al hito clásico 'El lector', por su división estructural en tres momentos distintos y las temáticas de la vejez, la ética y la política como asuntos esenciales de la condición humana, además de presentar a la literatura "como una fuerza contra la muerte".

Schlink ha coincidido con ella al afirmar: "En esta obra se habla de la narración de historias como antídoto contra la muerte, aunque cuando empecé a escribirla solo pensaba en la historia que quería contar y las distintas temáticas iban surgiendo a medida que escribía".

También sucede con la idea que defiende en el libro de que los hombres siempre se hacen una imagen de las personas que conocen, algo que ha descrito como un hecho inevitable puesto que necesitan tener una idea y unas expectativas sobre las personas: "Lo mismo que para vivir necesitamos abandonarnos en historias largas".

Schlink admite que siempre tiene historias rondándole por la cabeza y que escribe con el propósito de que la gente disfrute sus obras, ya que "la prueba de que existe el pastel es que la gente lo coma, por tanto la prueba de la escritura es la lectura".

LA HISTORIA

La novela trata del encuentro de un abogado con un cuadro que es el centro de un caso que defendió de joven y en el que fue más que un mero testigo e implicó al millonario propietario de la pintura, su joven esposa y modelo del cuadro y al pintor, con los que se encontrará nuevamente después de varios años.

"Al final del libro, el protagonista descubrirá el amor y eso ampliará su vida brindándole una nueva perspectiva de todo lo que le rodea, una mirada distinta hacia sus hijos, su trabajo y su ambiente a pesar de que es un abogado ya entrado en años", ha explicado el escritor.

El juez Bernhard Schlink ha admitido que está escribiendo una nueva historia pero que lamentablemente su profesión de jurista le deja poco tiempo para la escritura, y ha explicado que "la única relación que hay entre mis dos profesiones es que en ambas trato de ser inteligible, de que la gente entienda lo que escribo".