El Tacheles hace de su causa una bandera contra el consumismo y el capitalismo

AGENCIA EFE 06/08/2010 10:14

Veinte años después de la ocupación del edificio de la Oranienburger Strasse, en el céntrico distrito berlinés de Mitte, la historia sobre artistas, políticos, inversores y bancos sigue su curso en relación con el posible cierre o no del Tacheles.

Después de que el propietario del solar entrara en quiebra, su principal acreedor, el banco HSH Nordbank, le reclama los terrenos donde se levanta la casa cultural, para poder venderlos a inversores interesados en crear un complejo de lujo.

Sin embargo, los artistas del Tacheles no están dispuestos a irse y apelan a la fama adquirida en estas dos décadas y a su filosofía de "crear arte alejado del mercadeo y el capitalismo" para desarrollar campañas que evidencien el apoyo que reciben de la gente.

La última iniciativa es "I support Tacheles" (yo apoyo al Tacheles), una sencilla campaña consistente en coger un folio en el que pueda leerse esa frase y fotografiarse para después enviarla a la asociación que hará un montaje con todas las recibidas.

Delante de los monumentos más conocidos de diferentes ciudades o sentados en cualquier banco, hombres o mujeres, jóvenes o viejos, solos o en grupo, "todo vale para evidenciar que hay mucha gente que quiere que el Tacheles se mantenga vivo", señala el coordinador de la campaña, el fotógrafo Petrov Ahner.

Asimismo, otra variedad de carteles invitan a los transeúntes a unirse a una ficticia "huelga de consumo" para apoyar la causa del Tacheles, donde se aboga por la creación artística sin fines económicos estrictos.

En el Tacheles, que permanece 24 horas abierto, los turistas pueden entrar en los estudios de los artistas, ver cómo trabajan, charlar con ellos y, en caso de así quererlo, adquirir alguna de las piezas allí elaboradas.

"Contrariamente a lo que mucha gente cree, los bares situados en la parte baja de la casa no tienen nada que ver con la asociación cultural", explica la portavoz de la asociación, Linda Cerna.

Durante estas semanas, diferentes "performances" de apoyo a la casa cultural tienen lugar, tanto en las calles de Berlín, como en otras ciudades europeas como Venecia, en Italia, o Minsk, en Bielorrusia, donde algunas asociaciones artísticas han querido mostrar su apoyo a la permanencia del Tacheles.

Además, los artistas de la casa ya han manifestado su firme intención de llegar a ponerse en huelga de hambre si finalmente sus propósitos no se cumplen y el Tacheles debe ser desalojado.

Pero eso será en el momento en el que la amenaza de cierre sea inminente, porque por el momento, mientras se resuelven algunos recursos, parece que el Tacheles seguirá existiendo algún tiempo más, aunque no se sabe hasta cuando.

Más de 8.000 firmas de los visitantes, manifestaciones, conciertos protesta y cartas a diferentes políticos son otras de las acciones llevadas a cabo por la asociación cultural para intentar mantenerse viva.

"Tenemos que utilizar todas las formas y vías para conseguir aquello que queremos", manifiesta el actual director del proyecto artístico del Tacheles, Martin Reiter, quien añade que "eso va anexo al trabajo de los artistas contemporáneos".

Tanto el alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, del SPD, como el presidente de Alemania, Christian Wulff, de la CDU, han manifestado a la asociación su apoyo de palabra para que el Tacheles se mantenga abierto, pero, según Reiter, "los políticos ya no tienen capacidad de maniobra frente a los negocios".

"La lucha por la supervivencia del Tacheles es también una lucha que quiere esclarecer si el poder está en los representantes elegidos democráticamente o en los intereses económicos", añade Reiter.

Desde el Tacheles esperan que el HSH Nordbank recapacite y ceda los 2.200 metros cuadrados que ocupa la casa, de un solar de 24.000, para que la asociación continúe viva y pueda convertirse en una fundación pública.

"Londres y París hace años que cedieron a las fuerzas del capitalismo, y no podemos dejar que en Berlín suceda lo mismo", señala Reiter, quien añade que "es hora de que el arte y la cultura libre ganen la batalla a los intereses económicos".