Turismo y ocio anticrisis en el País Vasco

CRISTINA TOJAL / MÓNICA VÁZQUEZ / MAITENA BARRUEKO 06/06/2009 00:00

El mejor aliado para disfrutar de la capital guipuzcoana es el buen tiempo, así que en nuestra mochila no debe faltarnos una toalla, bañador, gafas de sol y nuestros 10 euros de rigor. Podemos comenzar la vista con un paseo junto a la famosa barandilla de la Concha, viendo una playa en medio de la ciudad. Nos dirigiremos hacia el arenal de Ondarreta, que acaba justo en el conjunto escultórico de Eduardo Chillida 'El Peine del Viento'. Allí aprovecharemos para hacer unas fotos de la bahía de la Concha. Si el tiempo acompaña, un bañito en Ondarreta y un helado que nos costará unos 2 euros.

Con esos 8 euros sobrantes la cita obligada es perderse por la Parte Vieja, el barrio donostiarra con más solera. Esta es una ciudad cara, así que habrá que buscar algún bar con esas ofertas "anticrisis" para disfrutar de pintxos a 1 euro, acompañados de un mostito, txikito de vino (tinto o clarete) que te saldrán a 1,5 euros. Haz matemáticas porque... ¡el ir de pintxos se dispara!. También puedes comprar algún bocata de tortilla de patata en la conocida calle Enbeltran de la Parte Vieja y tirarte al sol en el puerto, viendo los barcos y la isla de Santa Clara.

Si ese día hay oleaje fuerte, sin duda vete al Paseo Nuevo para disfrutar del mar y después dirígete hacia Gros. Si te apetece hacer algo de ejercicio y ver las antiguas murallas de la ciudad, sube al monte Urgull desde el puerto para ver la ciudad desde los pies de la figura del Sagrado Corazón.

Tras bordear la Parte Vieja por el mar podemos ver los sitios por donde se pasean todos los meses de septiembre las estrellas del Festival de Cine, es decir, el hotel Maria Cristina y el Kursaal. Tomarte un café en el hotel no baja de 2,5 euros, y entrar a uno de los cubos del Kursaal es gratis. Y de paso te ves una de las exposiciones del momento, 'Oseos cosmos', microfotografías de formas óseas a tamaño gigante. Si te van las expos y los edificios antiguos, en la antigua fábrica de tabaco ahora reconvertida en museo gigante llamado Tabacalera, se exhiben vídeos contemporáneos de jóvenes artistas europeos.

Y terminaremos el día en la playa de la Zurriola, en la explana de Sagüés, con ambiente surfero, patinadores, skaters y mucha gente guapa. El plan incluye un paquete grande pipas y refresco (1-2 euros) y contemplar un bonito atardecer mirando el Cantábrico.

En la capital vasca

Si paseamos cada primer sábado de mes por el casco viejo de Vitoria podemos apreciar un olor especial, un color singular. Los comercios de toda la vida sacan sus delicias a la calle para acercar a vitorianos y visitantes el buen sabor de lo hecho en casa. Se trata del mercado de la almendra, un atractivo que cada primer sábado del mes reúne a miles de personas en lo más antiguo de la ciudad.

Entre puesto y taberna nos perdemos por sus calles gremiales donde descubrir palacios, fortalezas, vida...

Aunque si tenemos que poner foto a Vitoria la estampa la dibujan sus cuatro Torres. Santa María, San Vicente, San Pedro y San Miguel abrazan desde hace siglos el corazón histórico de la ciudad protegiendo la joya declarada en 1997 conjunto monumental.

Joyas que por la noche se convierten en testigo de lo que ocurre alrededor y es que el casco viejo se transforma en el centro vital de las noches del fin de semana vitoriano.

Bilbao empieza por el Guggenheim

La ría bilbaína cobra protagonismo ahora que llega el calor. En sus aguas, que cruzan por algunos de los puntos más emblemáticos de la villa como el Museo Guggenheim, el Palacio Euskalduna o el puente de La Salve, es posible practicar ejercicio y al mismo tiempo hacer turismo de una forma diferente. Y sobre todo barata. Basta con tener ocho euros en el bolsillo para alquilar una piragua individual, con todo el equipamiento necesario, durante una hora y media.

¡Más barato todavía!, de hecho, gratis es hacerse con uno de estos "pedalos", embarcaciones a pedales que navegan por la ría. Eso sí, sólo hasta el domingo cuando finaliza la Semana Verde de Bilbao. Después su precio será de exactamente 10 euros.

Tras el esfuerzo, lo mejor para recuperar fuerzas, ciñéndonos a nuestro ajustado presupuesto, es degustar una caña y un plato de bravas en el local La Santa Caña de la céntrica calle bilbaína Licenciado Poza. Un 'hamaiketako' (el almuerzo de toda la vida) que nos saldrá más barato que un café, un periódico o un billete de metro. Tan sólo un euro.

Y de ahí a pasear por las siete calles que conforman el Casco Viejo bilbaíno. Para finalizar la jornada nada mejor que un extraordinario concierto en el emblemático kiosco de El Arenal. Este viernes la Banda Municipal de Bilbao nos acerca a Broadway interpretando algunos de los musicales más exitosos de la historia.

Y finalizamos la jornada con 1 euro en el bolsillo.