Caffarel dejó hoy clara su posición sobre esta polémica que, a su juicio, "no refleja la realidad del Cervantes", al comparecer a petición propia en la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados, para realizar un balance del último año y exponer los planes previstos hasta el final de la Legislatura.
En su intervención, Caffarel afirmó que, en tiempos de crisis, el Instituto tiene "obligación de buscar nuevas vías de ingresos", y para ello se trabaja en un Plan de Patrocinio que, entre otras medidas, contempla la puesta en marcha del "Círculo de Amigos del Instituto Cervantes", que canalizaría las contribuciones económicas de empresas y entidades interesadas en la promoción del español y de la cultura en esta lengua.
Si la situación económica lo permite, a finales de 2010 el Cervantes quiere estar presente "en 78 ciudades de 44 países de los cinco continentes". Este año se inaugurará, en junio, el centro de Sidney, y a partir de octubre se abrirán los de Nueva Delhi y Gibraltar, aunque este último podría retrasarse.
En 2009 comenzará también la actividad del Cervantes en el África subsahariana, con un Aula en Senegal, y el próximo año se abrirán centros en Cracovia, Belo Horizonte y Florianápolis, así como un Aula en Seúl. Hasta el año 2012 se le dará prioridad a la expansión en Estados Unidos, Canadá, Brasil, Extremo Oriente y la región de Asia y Pacífico.
El Instituto Cervantes (IC) está adscrito a los Ministerios de Exteriores, Educación y Cultura, pero el Partido Popular defiende desde hace tiempo la necesidad de reformar la ley reguladora del Instituto para que pase a depender exclusivamente de Cultura, como hoy reclamó el diputado del PP José María Lassalle.
El portavoz del PP cree que el modelo actual "no sirve del todo" y es necesario superar "el actual marco de dispersión y descoordinación, de estructuras y enfoques poco flexibles".
"Hoy el principal problema sigue siendo que el IC es una institución que se desarrolla sobre una especie de tierra de nadie, con una rápida expansión que ha creado muchos desequilibrios", subrayó Lassalle, para reclamar a renglón seguido que se reforme "consensuadamente" esa ley reguladora.
Caffarel dejó claro que la estructura del Gobierno "no está en manos del Cervantes" y recordó que las instituciones de este tipo que hay en Europa, como el British Council, el Goethe o la Alliançe Française, "también dependen del Ministerio de Asuntos Exteriores".
"Todos entendemos que somos un proyecto de Estado, de diplomacia pública, donde la parte cultural se consensúa con todos los actores culturales, pero también mostramos lo que somos como país, además de los aspectos académicos", afirmó.
El Cervantes ha cumplido ya los 18 años desde su creación y, para celebrarlo, hubo recientemente un debate entre los directores que ha tenido hasta ahora la institución, al que no pudo asistir el ex ministro de Cultura César Antonio Molina por problemas de agenda.
Los cinco participantes "coincidieron en la oportunidad de la adscripción del Instituto al Ministerio de Asuntos Exteriores, por ser un proyecto de Estado" que requiere la colaboración de "todos los actores educativos y culturales", señaló Caffarel.
El próximo 20 de junio, el Cervantes celebrará el "Día del español en el mundo", y durante el semestre de la presidencia española de la Unión Europea el Instituto trabajará para lograr "el reconocimiento del español como lengua de comunicación y trabajo habitual" en las instituciones de la UE.
El pasado curso se puso en marcha Cervantes TV y se potenció la Plataforma Multimedia del Instituto en Internet, que en 2008 ha recibido más de 45 millones de visitas. También "fueron vistas más de 311 millones de páginas del Instituto", añadió Caffarel.