La novela plantea la muerte como la prueba de amor a Dios más digna y leal, y se trata del último título que Editorial Barcino --sello de la Fundació Carulla-- ha incorporado a su colección Tast de Clàssics.
Llull redactó esta novela alegórica en 1298 en una simbología arbórea de raíces, tronco, ramas, hojas, flores y frutos, que configuran las siete partes del libro en tres capítulos