Un escultor denuncia que le quitaron rasgos indígenas a una imagen de la Virgen Stella Maris

EFE 04/02/2009 16:00

"Cambiaron totalmente la esencia de la obra. Es una barbaridad lo que hicieron", manifestó Hugo Viera, cuya escultura había sido entronizada en 2007 en inmediaciones de la capilla Stella Maris de la ciudad de Posadas, en el noreste del país.

Si bien dijo desconocer "quién fue el ideólogo del cambio", el artista declaró al canal de televisión Todo Noticias que cree que "fue gente de la capilla" la que encargó la tarea "a una persona que no es un profesional de la plástica".

La imagen de la patrona del mar está emplazada frente a la costa del río Paraná, cerca del antiguo puerto de Posadas, capital de la provincia de Misiones y situada a unos 1.000 kilómetros al noreste de Buenos Aires.

Viera recordó que cuando concluyó la escultura de Stella Maris "estaba toda la gente conforme porque era la primera vez que veían a una Virgen con características regionales", incluido el obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, quien la bendijo.

"La hice pensando en una Stella Maris patrona del navegante de río, no de mar ni europea, asociando con el color del hombre de nuestro río, para que lo represente", remarcó.

El escultor indicó que hace un mes se enteró por "los vecinos de Posadas de que la Virgen estaba cambiando de color", por lo que intentó hablar con el párroco de la capilla, pero no lo encontró, y desde entonces nadie se contactó con él.

"Si bien la obra pertenece a la capilla está emplazada en un lugar público. Lo que hubieran tenido que hacer es consultarme para que dé mi opinión. Tenía propuestas de abogados conocidos como para iniciar una acción legal, pero no quiero esa confrontación", manifestó.

Según Viera, al agregarle "un poco de rubor en las mejillas y ponerle pestañas", entre otras modificaciones realizadas a la escultura, "ridiculizaron una imagen de la Virgen que era una obra original en todo sentido".

Tanto el párroco de la capilla como el Obispado de Posadas no han hecho comentarios sobre el asunto, mientras que una representante de la feligresía que asiste al templo dijo que "la obra había empezado" a deteriorarse y que la "intención no era causar una revolución con todo esto".