Una exposición divulga las formas de arte que Oriente enseñó a Occidente

AGENCIA EFE 07/04/2011 14:28

Esta denominación de inefable para describir el arte chino se ejemplifica con una pintura con setecientos siglos de historia, centro de la exposición y que evoca el murmullo de un arroyo, la música de una orquesta o el sabor de un té recién preparado al aire libre, elementos "que no se pueden expresar con palabras".

Es la idea que ha sugerido hoy, durante la inauguración de esta exposición, Blas Sierra, director del Museo Oriental de Valladolid, lugar del que procede el material expuesto ahora en León.

Componen esta muestra una centena de piezas de los siglos XIV al XX, pertenecientes a varias dinastías de emperadores chinos y procedentes de una segunda donación del matrimonio chino Cheng al Museo Oriental de Valladolid.

Entre esas cien obras destacan una decena de textos caligráficos, quince pinturas de autores como Sheng Mou, Shen Zhou, Tang Yin o Lu Zhi, entre otros, además de cuatro abanicos y cuatro pinturas de abanico de los siglos XIX y XX, una treintena de tabaqueras de la dinastía Qing, veinte cerámicas y siete obras escultóricas.

La tradición china califica su caligrafía como "el arte de bailar sobre el papel", puesto que en lugar de letras, como sucede en el mundo occidental, cada uno de los ideogramas que forman sus palabras son en realidad "símbolos", y cada uno de ellos representa una idea, ha descrito Sierra.

Así, nueve caligrafías de distintas épocas y estilos poéticos, como tipografía de hierba o cursiva, y sus correspondientes sellos imperiales, reproducciones de los conservados en la Ciudad Prohibida de Pekín, acompañan a las obras pictóricas y escultóricas de la exposición.

Tabaqueras realizadas en porcelana, jade -piedra de aspecto jabonoso- o vidrio pintado por dentro con ayuda de un pincel curvo se muestran en conjunto con una veintena de cerámicas o porcelanas fabricadas desde mediados del siglo XIV, todas ellas piezas destacables por su riqueza cromática y minuciosidad.

El origen de las porcelanas que se muestran ahora en León se remonta a la época en que los occidentales comenzaban a interesarse por los misterios de oriente y su "Ruta de la seda", y su elaboración no llegó a Europa hasta que una fábrica de cerámica de la ciudad francesa de Sèvres fabricó su primera pieza en el siglo XVIII.

Estas obras de cerámica constituyen por tanto "la gran aportación de China al mundo occidental", que guardó el secreto de su fabricación durante quince siglos, ha detallado Sierra, quien ha sostenido que "Occidente no puede seguir ignorando a Oriente" en ningún aspecto, y "no sólo en materia económica".

Siete obras escultóricas talladas en piedra, madera y bronce se intercalan con las pinturas, elaboradas de forma que ninguna tiene marco ni delimitación, por la costumbre china de "dar el comienzo de una idea y dejar volar la imaginación", ha explicado.

La poesía, la caligrafía y la pintura que centran esta exposición son en definitiva tres disciplinas que pretenden "contribuir a que el arte y la cultura china sean cada vez más comprensibles", ha afirmado.

Organizada por el Museo Oriental de Valladolid en colaboración con la Obra Social de Caja España y Caja Duero, la muestra se podrá visitar en el Edificio Botines de Gaudí de la capital leonesa hasta el próximo 15 de mayo.