Frances posee una belleza de muñeca de porcelana. Sus rasgos redondeados, su piel clara y sus grandes ojos azules atraen la mirada de todos. Y es que Frances está radiante, la razón: la felicidad. La hija de Kurt Cobain está viviendo su momento más dulce en el amor.
Su novio, el rockero Isaiah Silva, le ha propuesto matrimonio a Frances, de 19 años y ella ha respondido "Sí", según indicaba la página de Facebook de la prometida.
No sólo ha cambiado su estado por el de "prometida", sino que Frances publicaba comentarios en su muro del tipo de: "Espero pasar el resto de mi vida amando al mejor amigo que he tenido. Me has hecho la mujer más afortunada de la tierra".
Parece que la relación de la Cobain va viento en popa, desde el compromiso, la pareja, que llevaba saliendo un año, se ha ido a vivir junta a Los Angeles.
Frances ha declarado que jura no ser nunca como su madre, "ella lo echó todo a perder".
Mientras tanto, Courtney ha confesado que lo único que puede sentir es un gran amor por su hija: "Daría cualquier cosa por volver a oír sus tacones por el pasillo".