Borrar los grafitis de la Catedral de Santiago será un proceso difícil y costoso que puede quedar sin castigo
telecinco.es
13/03/201917:04 h.Dar con los culpables sería casi un milagro del Santo. Las cámaras de la Catedral solo cubren el interior en la vía pública y los grafiteros sin escrúpulos pueden campar a sus anchas. Así están los ánimos entre los compostelanos que exigen vigilancia a un monumento patrimonio de la humanidad. El casco viejo de Santiago parece un lienzo en blanco para pintadas, garabatos y graffities sin ningún arte. Las sanciones van de los 6.000 a los 150.000 euros pero para eso hay que pillarlos. El daño ya está hecho, hay que esperar a que no llueva para limpiar la piedra, una labor más complicada que cuando este verano limpiaron la escultura con las pintadas de Kiss. El sistema de limpieza tiene que ser muy preciso, y posiblemente no se emplee el mismo método empleado en la retirada de la pintura hecha en la escultura de Praterías, que era mármol. En el caso de la piedra será necesario, no solo retirar el pigmento, sino también igualar el resto de la superficie para evitar que queden restos.