Javier Gomá está encantado con el impacto que ha tenido "Ingenuidad aprendida'. "Interesa mucho el hecho de que no haya mucho ensayista español menor de setenta años porque recibe la atención de periódicos y medios".
Este último libro no ha sido preparado para la Feria del Libro. "Al haber salido en febrero la mayor parte de la edición ya estaba vendida". En los dos días que ha estado en su caseta del parque del Retiro ha sentido el cariño de sus lectores. "Muchos ya habían comprado el libro y venian a conocerme lo cual es muy grato". Otros, nuevos lectores, se interesaban por el libro por primera vez "lo que también es muy agradable".
Al preguntarle el porqué la ingenuidad, la respuesta es clara y filosófica: "Es un libro sobre ideas" porque la ingenuidad tiene algo de ilógico. "La ingenuidad utiliza el posible reproche como bandera, como método para neutralizar la crítica. Existen pocos libros sobre la vida misma es un sentido estrictamente filosófico".
Asegura que la verdadera filosofía debería ser capaz de interesar y emocionar a toda persona culta. Y es aqui donde entran sus lectores. "El libro está destinado a filósofos, profesores..."
Lo mejor que le puede pasar a un escritor como Javier Gomá es "el eco en un lector es la emoción con la que un escritor puede expresarse a través de versos y conceptos".
Desde que comenzara a escribir Javier Gomá se considera un escritor tardío. "No produzco libros como rosquillas, comencé a escribir con 38 años". Apenas seis meses después de que 'Ingenuidad aprendida' saliera al mercado, ya está inmerso en sus dos próximas obras: "La primera es un compedio de todos los ensayos filosóficos que he escrito hasta ahora. El segundo saldrá en 2013 bajo el título 'Necesario pero imposible'".
Con motivo de la celebración del día de las letras españolas Gomá asegura sentise "un enamorado de mi idioma. Conocer bien el idioma, expresarse y escribir bien son un signo de distinción". Y es que a Gomá las palabras le producen emoción. "Soy un juntador de palabras y me gusta ver como las juntan otros".
La palabra que elige Gomá es, como no podía ser de otra manera: Emoción porque tiene que ver con la capacidad de sentir y con el movimiento. "Te embarcas a escribir y ésto produce un movimiento que se plasma en un texto que atrae".
Podría definirse a este escritor como un devorador de libros. "Últimamente he comprado una barbaridad". Cuentos sobre el amor, sobre el relativismo, sobre el renacimiento... Lo que más le gusta leer es "la novela y el ensayo filosófico".
En cuando al formato papel y formato digital de los libros nos contesta con una bonita comparación: "Cuando comenzó la fotografía decían que se iba a perder la pintura y convivieron. Al hombre le gusta la variedad no la sustitución y el reemplazo".
Gomá no hace del libro un objeto de culto o un fetiche porque a el "le gusta lo que dice el libro".