En su día, Mario Balotelli dejó claro que no iba a asumir las responsabilidades como padre del futuro bebé que espera su ex pareja, Raffaella Fico, por lo menos hasta no tener en su mano las pruebas de paternidad que certifiquen que la criatura es suya.
Parecía que toda la polémica del embarazo y la paternidad había quedado en el pasado, pero ahora el futbolista italiano ha sido acusado por su ex novia de acosarla con llamadas vulgares y obscenas en mitad de la noche.
Raffaella y Balotelli estuvieron un año saliendo hasta que en abril rompieron su relación tras una sonada bronca en la que tuvo que intervenir la policía. Hace un mes, la modelo y presentadora desvelaba estar embarazada del italiano y, después de una larga lucha, ahora asegura que el futbolista no para de acosarla y causarla estrés.
"Simplemente quiero pedir a Mario Balotelli que deje de llamarme en mitad de la noche. Quiero que todo esto se tranquilice, un embarazo tranquilo. Creía que me llamaba para preguntarme cómo estaba, pero solo me gritaba y me llamaba de todo", declaró Raffaella en una entrevista para 'Diva e Donna'.
Añadiendo que "está intentando estresarme psicológicamente. Quiere acosarme. Lo único que pido de él es respeto, por lo menos por el bien de nuestro bebé. Mario ha podido llamarme como 30 veces. Nunca imaginé que el momento más feliz de mi vida se convertiría en el más difícil".
Sobre la cuestionada paternidad de Mario, la modelo dice: "Él sabe que el bebé es suyo (...) Pedirme las pruebas de paternidad fue un insulto tan humillante. Estoy esperando a que el bebé nazca para hacerlas, ahora sería demasiado arriesgado".
"Estoy enfadada y nunca volvería con él. Nos veremos por el bien del bebé y punto. Si él me hubiera dicho que no dijera que el bebé es suyo, yo lo hubiera hecho (...) Nunca hubiera pensado que Balotelli abandonara a su hijo. Siempre me contó que él fue abandonado cuando era muy pequeño, así que sabe lo que es eso", continua diciendo.
Finalmente, Raffaella invita a Balotelli a formar parte del crecimiento del bebé: "Él puede ver a su hijo cuando quiera. Mi casa siempre estará abierta aunque me haya faltado al respeto". La ex del italiano espera que el futbolista recapacite y no abandone a su pequeño.