Michael Jackson y las pastillas para dormir, el caso continúa

EUROPA PRESS 25/10/2011 12:24

Tras cinco semanas, la Fiscalía ha terminado de presentar testimonios y evidencias contra Conrad Murray, ahora llega el turno de los abogados de la defensa. Los fiscales acusan de negligencia al médico, alegando que por 150.000 dólares (casi 108.000 euros), administraba a Jackson lo que le pidiese, incluyendo niveles tóxicos de propofol IV.

En caso de ser hallado culpable, Conrad Murray podría enfrentarse a cuatro años de cárcel por homicidio involuntario. El último testigo de la Fiscalía, el Doctor Steven Shafer, explicó al jurado que el doctor Conrad Murray nunca debió haber suministrado el fármaco al cantante.

Michael Jackson tenía graves problemas para dormir, por eso acudió a su amigo el doctor Allan Metzger para poder acceder a más pastillas. Al contrario que Murray, Metzger se negó a administrarle propofol IV fuera del hospital, ya que es un medicamento muy fuerte y peligroso.

Los fiscales y varios médicos han acusado a Murray de no haber documentado su estado de salud y tratamiento en las semanas antes de su muerte y de haberle suministrado el fuerte fármaco el día de su muerte.

EL FÁRMACO ERA TAN POTENTE QUE NO DEBÍA ADMINISTRARSE FUERA DE UN HOSPITAL

Por lo visto, tras suministrar el fuerte cóctel, Murray mantuvo una conversación de más de 45 minutos por su móvil antes de descubrir que el cantante había dejado de respirar, hecho que no había mencionado a la Policía.

Metzger ha declarado que Michael le preguntó por el "zumo", refiriéndose al medicamento por vía intravenosa. Por estas declaraciones, los abogados defensores están tratando de demostrar que Jackson era un adicto fuera de control y que lo que probablemente ocasionase su muerte fuese una sobredosis.

Para conocer el veredicto habrá que esperar aún. Los argumentos finales se celebrarán la próxima semana.