El director de Orquesta Currentzis promete una interpretación fiel del Requiem de Verdi en el Teatro Real

EUROPA PRESS 27/06/2013 13:51

Currentzis ha asegurado que el público conoce el Requiem de Verdi a partir de las grabaciones que se hicieron en el siglo pasado, pero "si vieran las partituras comprobarían que indican algo muy diferente". "La gran mayoría de las obras de Verdi están escritas de forma muy distinta a cómo están interpretadas en esas grabaciones", asevera con rotundidad.

"Nuestra obligación como directores de orquesta no es recrear una grabación, sino interpretar lo que el compositor quiso realmente decir a partir de la partitura", añade. Así, explica que hay autores a los que no les 'importa' que se les hagan pequeños cambios, sobre todo si mejoran la obra, pero en el caso de Verdi no es así. El compositor italiano fue "muy preciso" y supo lo que quería decir en cada partitura.

Como ejemplo de esta precisión, recuerda que Verdi hizo que el dueto de Macbeth se ensayara 103 veces (con una duración de 3 horas cada ensayo) hasta que consideró que estaba bien conseguido.

SER FIEL ES UN ESCÁNDALO

Y avisa que "si se interpretaran obras como La Traviata o Otelo con todas las marcas del compositor, como realmente fueron escritas, se consideraría una provocación o un escándalo".

En concreto, afirma que Verdi compuso Don Carlo, Requiem, Aida y Otelo para que terminaran en pianissimo, de forma muy suave. Pese a ello, cree que la gente que acude a ver Don Carlo quiere y espera que termine con fuerza y éxito, de modo que provoque un fortísimo aplauso. "Pero Verdi quiso deliberadamente acabar con una nota de meditación. El pensó: 'ya he transmitido el mensaje, ahora silencio'".

Esta tendencia a complacer al público y buscar la espectacularidad en las interpretaciones viene del siglo XIX, cuando los músicos trataban de dar gusto a un público burgués sin grandes aspiraciones culturales que acudía a la ópera, indica Currentzis.

"La gente está más fascinada por el deporte de la ópera que por la ópera en sí. Y eso es lo que se nota en las grabaciones. Es casi como un partido de fútbol entre el Milán y el Inter: cuando se mete un gol el público aplaude y cuando falla la gente grita uuuuuuu".

A su juicio, esta situación se debe no solo a que el público no tenga bien educado el oído, sino a que en ocasiones "se busca el escándalo por el escándalo porque parece que viste o es cool o da publicidad, pero lo que realmente hay que buscar es interpretar la belleza de la partitura".

Más aún, Currentzis ha precisado que esta demanda solo la solicita el público de ópera y no el público que acude a escuchar música contemporánea, ni música barroca ni música sinfónica. Y ha invitado a preguntarse por qué.

TENOR JORGE DE LEÓN

Sobre el tenor de esta obra, Jorge de León, el director de orquesta ha dicho que en su carrera se ha encontrado con "tenores con una bellísima voz pero con poco cerebro y al revés", pero Jorge "tiene los dos atributos".

"Canta tal como está escrito. Puede ser la primera vez en la historia que un tenor interprete correctamente esta obra", apunta, para a continuación asegurar que Jorge de León es "el sucesor de los grandes tenores románticos españoles del pasado".

Por su parte, De León ha indicado que el Requiem de Verdi es un trabajo de relojería, donde el maestro relojero va engrando todos los elementos sin que pueda fallar nada, y ha añadido que han conseguido "una versión fantástica" basada en las muchas indicaciones que Verdi dejó escritas en la partitura.