Según dijo Manuel Silva, en el libro, editado en Santiago por 'Andavira', se abordan "cuestiones fundamentales, pues se trata de la vida y de la muerte; de la salud y la enfermedad; la juventud y la vejez; la educación; la ética y la estética; la corrupción política; la religión; la libertad de información y el llamado "periodismo basura", o el fenómeno de la globalización".
En el prólogo, que lleva por título "El hombre que sabía latín", Ángel García Pintado advierte al lector de que tiene en sus manos "un género literario nuevo: el artículo-homilía, o la homilía 'articulada'".
"Elementos novelescos de altos quilates -galaico al fin y al cabo, y hasta la médula, es el cronista- van entreverados con sucedidos de la actualidad hiriente, de un modo natural, sin mezcla de artificio alguno, lo que hace de estos escritos, que nacieron como hojas volanderas, ergo efímeras, materia perdurable".
Y subraya: "Postconciliar sin ambages, a Manolo Silva le duele la España clerical y rancia que mira hacia atrás con la ira de Trento. Pocas plumas hoy tan autorizadas para arrear estos zurriagazos contra los nuevos mercaderes de la globalización invasores del templo; contra esa eclesial jerarquía confortable en su encantamiento de haberse conocido, tomista hasta el tuétano, dogmática hasta la náusea, perdonavidas -¡a estas alturas!- de Galileo Galilei y de pocos más".
Manuel Silva García (Moldes -Melide- A Coruña, 1943) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y diplomado en Estudios Eclesiásticos (Filosofía y Teología) por el Seminario Mayor de Lugo.
Tras cinco años de docencia en Lugo, ejerció el periodismo en la Agencia Efe, de la que fue delegado en Navarra -donde fue elegido presidente de la Asociación de la Prensa de Pamplona en 1983- y en el País Vasco; responsable de información parlamentaria; jefe de la sección de Sociedad; redactor-jefe y subdirector de Nacional; y director de Gráfica y Reportajes.
Es autor del poemario "Viajes a Catarsis" (Tórculo Edicións, Santiago, 2008). Y, como colaborador, publicó artículos en una veintena de periódicos españoles, entre ellos, El Progreso de Lugo y El Correo Gallego de Santiago de Compostela, así como en las revistas Cambio 16, Mundo Hispánico, Tauta, ANIG-TV y La mirada limpia.