Así se ha expresado hoy el director de orquesta en la presentación del libro "Un acto de libertad. Charlando con Antoni Ros-Marbà", de Antonio Madigán, editado por la Sociedad General de Autores e Intérpretes (SGAE), que es el resultado de las conversaciones mantenidas entre ambos amigos durante diez años.
El director de orquesta, nacido en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) en 1937, explica en el libro que, "hoy por hoy, se valora muchísimo el trabajo rápido, realizado de forma eficaz, 'aseado'. Ya sabemos, time is money".
El músico catalán, titular desde hace nueve años de la Orquesta Real Filharmonía de Galicia y director invitado de varias orquestas europeas, opina que "las grandes orquestas ensayan muy poco, pues ya se sabe, los ensayos no producen...y hay que producir mucho para rentabilizar y mantener una orquesta".
El nivel técnico de las formaciones es, en su opinión, "generalmente alto, pero ya perdieron el gusto de trabajar en el detalle, que a la larga marcará las diferencias (...) Se pretenden resultados inmediatos y no hay tiempo para más", añade.
Preguntado por las orquestas españolas, Ros-Marbà ha señalado que la Orquesta de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC) está "muy acostumbrada a montar programas, tiene un nivel muy alto, pero se deja muchas cosas por el camino".
En cuanto a la Orquesta Nacional de España, considera que "con sus ensayos llega donde puede, pero deja caer muchas cosas por el camino".
Alumno de Eduard Toldrà, Antoni Ros-Marbà explica en el libro que no le gusta trabajar con prisas, lo que le incomoda sobremanera, y que necesita del tiempo suficiente y de la buena disposición de las orquestas, "algo que, poco a poco, se ha ido perdiendo con el tiempo en tantas ocasiones, en donde la saturación del trabajo impide la frescura suficiente para ilusionar el día a día de una orquesta profesional".
Aún así, Ros-Marbà cree que "posiblemente en este momento hay una buena bodega con buena crianza" de directores y, en algunos casos, en esa bodega "encontramos un reserva".
El director mantiene "esperanza" en el futuro porque las orquestas jóvenes son "las mejor mentalizadas para trabajar con el entusiasmo y la entrega necesarios, y creer todavía en los valores que en su día les hicieron estudiar música. Pero ya sabemos que hay jóvenes de setenta años y viejos de treinta", apostilla.
El libro es fruto de más de diez años de conversaciones de Ros-Marbà con Antonio Madigan, a quienes, además de amistad, les une una admiración por el compositor Sergiu Celibidache, al haber sido ambos discípulos del director de orquesta de origen rumano, investigador en fenomenología de la música.
Antoni Ros-Marbà dirigirá la semana próxima la Real Filharmonía de Galicia en Madrid en un concierto que forma parte del ciclo promovido por TVE, y la semana siguiente volverá a dirigir en el Palau de la Música de Barcelona obras de Falla, Rodrigo y Montsalvatge, entre otras, con motivo del centenario de la emblemática sala de conciertos.
El músico está escribiendo una cantata para coro y orquesta y dos solistas, tenor y barítono, que le encargó el Orfeó Català hace tiempo y que espera acabar este verano.