Ser un héroe en los último de la factoría Star Wars tiene sobre el terreno poco glamour. Lo sabe bien el actor Cameron Monaghan de 26 años conocido por su papel de Joker en la serie Gotham. Su trabajo como protagonista en el videojuego Star Wars Jedi: Fallen Order como Cal Kestis no incluyó túnica jedi más bien pintarse la cara con puntos de referencia, embutió en un ceñido traje y calzarse un aparatoso casco lleno de sensores.
La captura de movimientos se ha convertido en un recurso esencial en la industria del videojuego en su lucha incesante por la búsqueda del realismo. Tanto es así que han quedado lejos las antes toscas interpretaciones de los actores. Ahora, a pesar de los sensores, su trabajo aparece fielmente reflejado en su doble virtual para el videojuego.
Aaron Contreras, jefe narrativa de la última superproducción del videojuego, relata a NIUS en que momento de la complicada línea temporal de Star Wars se encuadra la historia de Jedi Fallen Order. La historia "se sitúa entre a La Venganza de los Sith y el episodio IV, Una Nueva Esperanza, durante momentos oscuros en los que el Imperio domina totalmente la galaxia y los jedi han caído". Para Contreras contar con actores reales como el propio Cameron Monaghan u otros como Debra Wilson, Daniel Roebuck y el resto de intérpretes "ayuda a traer a la vida a estos personajes y darles una dimensión extra de calidad y peso en pantalla".
El interprete real del protagonista virtual del juego afirma que él cree "que veremos más y mas actores de cine y television haciendo trabajos en el mundo de los videojuegos". La razón: Monaghan opina que el videojuego, como forma de arte, "está desarrollándose y creciendo en respeto", algo que, opina, también se se está produciendo gracias al desarrollo de la tecnología.
Aaron Contreras confiesa: "Me gustaría pensar que los videojuegos están también influyendo en otras formas de arte como la televisión o el cine. En primer lugar, pasa con las estructuras dramáticas, aunque no exclusivamente, de guiones y novelas de la misma forma que lo hacemos en los videojuegos". Para Contreras, esto es especialmente relevante en un juego sobre Star Wars porque "la creación de historias (de la saga) es muy cinematográfica desde sus raíces", afirma. "El desafío para nosotros ha sido incluir ingredientes interactivos que hagan serlo también a la historia del juego".