"Tierra" es la propuesta de la diseñadora para la temporada Otoño-Invierno 2015 inspirada en el simbolismo y el uso de tejidos en el vudú. A raíz de una visita sobre este tema en un exposición en París, Natalie creó esta colección buscando que los vestidos se adaptaran al cuerpo, que de alguna manera lo abrazaran e hicieran sentir más peso, siempre de forma sutil y elegante.
Looks de vestidos largos siguiendo la línea de anteriores colecciones e incorporando nuevas prendas como un pantalón, un mono, abrigos y grandes mangas para proteger del frío. Tejidos como el terciopelo de algodón, la viscosa, el tul de seda, algodón y la lycra son la base de piezas atemporales para el próximo otoño-invierno.
Bordados con puntillas de principios de siglo pasado han sido incorporados, tintados a mano con los colores de la tierra. Es también novedad el uso por vez primera de grandes tocados para el día a día decorados con hojas de porcelana negra, fruto de la colaboración con la Escola municipal d'Art Arsenal y la innovación de líneas hechas con láser (gracias a la técnica del taller de Teo geo) sobre el terciopelo, dando un paso más al trabajo de artesanía al que la diseñadora nos tiene acostumbrados.
El desfile, con aires de ritual ha empezado con la danza de Rachida Aharrat.
Las modelos han caminado en su propia intimidad, cuidando un detalle de porcelana en sus manos que representa la autenticidad de cada una de ellas, como si de su propio corazón se tratara. Todas a un ritmo tranquilo marcado por la música que Neila Benbey y Luis Cojal han creado especialmente para la ocasión, una fusión afrocubana y argelina basada en el contraste de ambas voces.
"Cada mujer tiene su belleza propia que surge de su manera de ser" y los vestidos que se presentan en la colección buscan adaptarse a cada uno de los cuerpos "todos igual de bellos". Una combinación de fuerza y delicadeza, confort y elegancia. Unas prendas atemporales que reflejan la manera de ser de una mujer única, femenina y delicada sin necesidad de ser frágil.