El baile de la tijera y la huaconada de Perú logran ser Patrimonio Inmaterial

AGENCIA EFE 16/11/2010 14:48

El Comité Intergubernamental de la Unesco ha analizado hoy las candidaturas de 47 "elementos" y ha incluido, entre otras, a dos colombianas, tres mexicanas y cinco españolas, dos de ellas de carácter trasnacional.

Perú decidió presentar la danza de la huaconada y el baile de la tijera, ambos nacidos en la región de los Andes, debido a su representatividad, valor simbólico, antigüedad y por ser patrimonio nacional.

Nacido en el sur de los Andes en las regiones de Apurímac, Ayacucho y Huancavelica (que forman el espacio denominado Chanka), el baile de la tijera toma su nombre del uso de unas placas de metal, de unos 25 centímetros de longitud, que el danzante hace chasquear a modo de tijeras mientras ejecuta sus pasos.

Aunque su origen no está claramente establecido, los estudiosos conjeturan que es una manifestación de un movimiento cultural de resistencia del siglo XVI llamado 'Taki Onkoy', con el que los pueblos indígenas manifestaban su desaprobación ante la llegada de invasores.

Entre abril y noviembre, y al ritmo de violines y arpas, los bailarines danzan por turnos gracias a la fuerza transmitida por los espíritus de las montañas (wamanis) y se retan mutuamente a imitar los pasos del anterior danzante.

La huaconada es, por su parte, una danza ritual que simboliza la vida comunal de los pobladores de Mito, localidad de la región de Junín (centro de Perú).

Durante los tres primeros días del año, los habitantes de este valle salen a las calles para contemplar al huacón, un personaje de nariz larga y gesto hosco que deambula por las calles para imponer orden y salvaguardar las buenas costumbres morales.

Provistos de una máscara (el huacón), un látigo (el tronador) y una gran frazada, los personajes, que pueden ser antiguos o viejos, bailan con sus espaldas erguidas o encorvadas, dan pequeños saltos y doblan sus brazos ligeramente para apoyar sus manos en la cintura.