Las víctimas de la guerra en Colombia suben al escenario para conocer sus derechos

EFE 12/03/2009 13:42

Así se demuestra en "Horacios y Curacios", obra adaptada del alemán Bertold Brecht, que forma parte de una estrategia pedagógica para las víctimas diseñada por la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR).

Con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), esta obra de humor negro demuestra que en cuestiones de violencia el ser humano no ha progresado y que pervive la impotencia del hombre frente a los horrores de la guerra.

El retorno a su pueblo de Gertrudis y su hijo, desplazados por la guerra colombiana, centra la trama de "Horacios y Curacios", en la que su director, Daniel Rocha, quien toma como referencia a Hamlet, de William Shakespeare, ahonda en el profundo dolor físico y sicológico.

Rocha genera así una reflexión sobre el restablecimiento del derecho que tiene cada persona a existir con dignidad.

Es por esto que el público se ve obligado a asumir una actitud participativa en la obra, que ya ha recorrido nueve ciudades y pueblos colombianos y este miércoles fue presentada en Bogotá.

Gertrudis y su hijo, en este caso representados por actores que interpretan el papel de una familia obligada a desplazarse tras padecer daños físicos y emocionales, se encuentran a su regreso con una pareja de vecinos.

Todos ellos cometen una serie de errores cuando se disponen a reclamar sus derechos, debido a que no saben cómo hacerlo.

A continuación, se cambian los papeles y las víctimas que forman parte del público se suben al escenario para dar un giro al argumento y evitar que los actores sigan cometiendo los mismos errores.

La idea, según el director, es que las víctimas asuman el rol y se conviertan en los protagonistas.

"Esta obra va ser escrita por ustedes en la medida en que lo que nosotros queremos es que esa realidad que nosotros vamos a presentar aquí debe conducirnos a alguna otra cosa", explica Rocha a su público formado por víctimas.

Para Rocha, esta pieza teatral es un "antimodelo" de lo que deberían ser víctimas bien informadas y documentadas, que creen en el Estado social de derecho y tienen confianza.

La propuesta es un "teatro de transformación", en el que los asistentes, las víctimas de la guerra, se cuestionen: "¿Cómo hago para que la realidad de esta obra cambie?", y por consiguiente sus propias vidas.

Lo fundamental es la interacción de actores y víctimas, el manejo del miedo, la ruptura de lazos y redes sociales, y la salud mental.

También tiene por objetivo comprender las dimensiones de la reparación material y simbólica, la restitución de tierras y bienes y el buen nombre, el papel del Estado y los abogados, así como la garantía de no repetición.

"Horacios y Curacios" forma parte de una estrategia que contempla una construcción de redes de acompañamiento social y que se basa en una "caja de herramientas", compuesta por documentos de la CNRR, cuya finalidad es formar a las víctimas.

Ahora, estas 500 "cajas de herramientas" serán enviadas a distintos rincones de Colombia para educar en la apropiación de los derechos de la mano de la OIM y la AECID.

El coordinador general en Colombia de esa agencia española, Miguel González Gullón, adelantó que esta organización seguirá ayudando de manera eficaz a las instituciones del Estado colombiano y a los afectados por la guerra.

Se hará desarrollando "herramientas comunicativas, jurídicas y culturales que realmente ayuden de manera eficaz a facilitar una implementación real de todo el proceso de reparación", indicó.

La propuesta teatral de la CNRR busca así proyectar las emociones y generar espacios a las comunidades para fortalecer actitudes y prácticas en favor al respeto a la diferencia y la generación de confianza.

La idea central es que, una vez concluida la obra, el público haya asumido el mensaje de que "es el tiempo de las víctimas".