Un camión arrastra un vehículo dos kilómetros en Gran Bretaña: el conductor no lo vio

  • El conductor del camión no se dio cuenta durante dos kilómetros que un coche se había empotrado

  • El conductor del camión llevaba la radio encendida y no se dio cuenta hasta que la gente le increpó en la carretera

  • El camionero pasó los test de alcohol y drogas

Es el impactante momento en que un camión empujó un automóvil hacia los lados al menos dos kilómetros después de que el coche quedara atrapado en su parachoques delantero. El conductor, de 50 años, inicialmente parece no darse cuenta del incidente hasta que se detiene junto al hombre que está grabando la escena. El hombre grita: '¡Alto, maldito idiota!', mientras señala hacia la parte delantera de su camioneta.

El conductor, con la radio encendida, no se dio cuenta de que arrastraba el coche

El gerente de transporte de Greg’s Couriers, Greg Krysztofowiciz, de 42 años, dijo al Daily Mail: “Me sorprendió cuando vi el video, pero muchas personas culpan a mi conductor cuando no fue su culpa. El conductor del Volkswagen se acercó demasiado al camión cuando intentó adelantarlo, mi conductor no lo vio y jura por Dios que no sintió el auto". Krysztofowiciz dijo que su conductor tenía la radio encendida y solo se dio cuenta de que algo andaba mal cuando la gente comenzó a saludarlo y que se detuvo de inmediato. 'La policía vino y realizó pruebas de drogas y alcohol a mi conductor, pero fue autorizado y se le permitió continuar su viaje ya que el camión no sufrió daños importantes".

"Hay que ser cauteloso a la hora de adelantar camiones"

El camión tiene capacidad para transportar 26 toneladas, pero durante el accidente tenía una carga de cuatro toneladas y media. Krysztofowiciz advirtió además que las personas deben ser más cautelosas al adelantar camiones, ya que pueden tener varios puntos ciegos, incluso directamente en frente. "Están sentados tan alto que no pueden ver justo enfrente del vehículo", explicó.

No deja de sorprender el accidente, pero también, que el primer instinto de los otros conductores que salieron fue comenzar instantáneamente a filmar en sus teléfonos y gritarle insultos al pobre conductor sorprendido, sin siquiera verificar que el otro conductor estaba bien.