El teléfono de emergencias de Canadá amanecía la mañana del primer miércoles de mayo con multitud de llamadas en las que se alertaba que un coche se encontraba colgando de una cuerda en un puente de Toronto. Los conductores que avistaban este extraño suceso aminoraban la velocidad de sus vehículos para poder examinar con total libertad al coche colgando mientras provocaban un gran caos en la circulación de la autopista.
Como ha informado el periódico The Glodwater, la policía, el equipo de bomberos y los servicios sanitarios se sorprendieron al comprobar que era totalmente cierto que un Honda Civic de color azul marino estuviese tendiendo de la pasarela. Fue entonces cuando el equipo de seguridad comprobó que dentro del vehículo no había nadie, las ventanillas estaban completamente rotas y no tenía motor dentro.
La Red no tardó en llenarse de fotografías y vídeos en los que se podía ver con total claridad el nuevo atractivo que colgaba del puente. La decisión que tomaron los bomberos y los agentes de policía fue descolgarlo porque podía causar grandes accidentes ya que la zona en la que se encontraba era muy frecuentada por personas que sacaban a pasear a sus perros.
Después de que el automóvil cayese, la Policía ha querido advertir a los ciudadanos canadienses a través de los medios de comunicación sobre las posibles imitaciones que se lleven a cabo: "No podemos consentir que se hagan bromas como estas. No se puede atar ningún objeto a los puentes. Además de causar molestias, también se pone en riesgo la seguridad de muchas personas".
Tras hacer las investigaciones adecuadas, los agentes de seguridad han descubierto que el coche podría pertenecer al rodaje de algún vídeo, como declaró el capitán de los bomberos: "Alguien lo colocó intencionadamente. Estaba colgando por un sistema de sujeción".
Sin embargo, los investigadores no tienen constancia de que se haya pedido ninguna licencia para que se llevase a cabo esta práctica en ese mismo puente por lo que tampoco desestiman que se trate de una broma. Por eso, la Policía quiere abrir una investigación criminal contra los responsables según ha declarado The Glodwater.
El hecho ha causado tanta sensación que hasta el propio alcalde de Toronto, John Tory, ha declarado que no se pueden consentir esta clase de bromas.