El uso del cuarto de baño es una de las acciones que más repetimos en nuestro día a día. Ducharnos, lavarnos los dientes, peinarnos o usar el water, son actividades que todos los días se suelen hacer. Sin embargo, aunque se tenga tan interiorizadas estas simples tareas, hay riesgos que se esconden detrás de ellas.
Los peligros que hay en los hábitos que se llevan a cabo en los cuartos de baño pueden ser debidos a falta de higiene o a daños que pueden aparecer directamente en nuestra salud:
-Tirar de la cadena con la tapa del wc abierta: Si tiramos de la cadena del inodoro sin bajar la tapa, los gérmenes infecciosos se expanden por el aire y pueden provocar desde diarreas hasta otras graves infecciones en el colon. Se ha demostrado que las bacterias se quedan flotando hasta 10 centímetros por encima del inodoro durante más de una hora. Al tirar de la cadena con la tapa levantada, estos se esparcen.
-Tener el cepillo cerca del inodoro: Al presionar la cadena, las bacterias y gérmenes pueden salir disparadas a una distancia de 1,80 metros. Por eso mismo, se recomienda no tener el cepillo de dientes colocado cerca del inodoro ya que puede acabar accidentalmente contaminado de las bacterias y, finalmente, estas acaban dentro de la boca.
-Estar sentado durante mucho tiempo en el inodoro: Un hecho muy común es leer el periódico o consultar el teléfono móvil cuando se está en el wc. Los expertos recomiendan no realizar esta práctica ya que se permanece mucho más tiempo del debido sentado y esto aumenta la probabilidad de padecer almorranas y hemorroides.
-Secarse tras ducharse: Otro de los errores que se suelen cometer es secarse demasiado fuerte la piel con una toalla justo cuando salimos de la ducha. Esta práctica no se recomienda ya que puede irritar y perjudicar la piel del cuerpo. Al mismo tiempo, tampoco se recomienda frotarse durante la hora del baño con mucha insistencia la piel ya que se puede acabar eliminando la capa protectora del cuerpo.
-No dedicar el tiempo suficiente a enjuagarse: Una vez enjabonados, se recomienda desenjabonarse el pelo y la piel con total dedicación. Dejar restos de jabón en el cuero cabelludo o en las partes más sensibles del cuerpo puede provocar irritaciones y picores.
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