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Los seres humanos estamos intentando acostumbrarnos a la nueva realidad tras el coronavirus en la que no puede faltar ni la mascarilla ni la distancia social. Esta última los árboles la saben mantener a la perfección gracias a un fenómeno conocido como la grieta de timidez de los árboles.
En muchos de los grandes bosques de todo el mundo existe este pequeño espacio de separación entre los árboles, aunque todavía no se haya explicado científicamente su razón. El biólogo Francis "Jack" Putz, en el año 1982, según recoge National Geographic, observó el fenómeno pensó que los árboles también necesitaban su espacio personal, y muchos de los estudios de la actualidad siguen apostando por esa teoría, aunque existen numerosas hipótesis sobre este curioso fenómeno.
La timidez de los árboles se ha estudiado desde la década de 1920. Las primeras investigaciones apuntaban a que esta actitud de los árboles se correspondía con una falta de luz en las partes donde su follaje se solapaba con el de otro árbol.
Otra de las teorías apuntaba a que el viento sería el responsable, ya que al mecer las ramas mientras que los árboles están juntos, se podrían dar golpes entre ellos, por lo que intentarían brotar nuevas ramas esquivándose, lo que se conoce como una perturbación por abrasión.
Sea por la razón que sea, en lo que sí coinciden los expertos en que este espacio aporta grandes beneficios a los árboles: ayuda a que la luz del sol pueda llegar al suelo del bosque y sea más nutritivo e incluso proteger a las plantas de microbios que provocan enfermedades y que suelen desplazarse entre las copas de los árboles.
El Servicio de Agentes de Medio Ambiente del Govern ha alertado sobre la tala del doble de pinos autorizados en una finca de la Serra de Tramuntana.
Medio Ambiente ha explicado que agentes vienen realizando, en las últimas semanas, un reconocimiento final a una solicitud de aprovechamiento forestal en la Serra de Tramuntana, pero no dentro del Paraje Natural sino dentro del término municipal de Calvià.
Esta actuación se está llevando a cabo ante quejas de vecinos que aseguraban que se estaban talando muchos árboles y que esta tala había provocado la aparición de plagas forestales.
En concreto, la autorización de aprovechamiento forestal era para 1.810 árboles, pero Medio Ambiente ha comprobado que se han talado 3.821, más del doble.
Los agentes de Medio Ambiente han subrayado que el reconocimiento no ha finalizado. Así, calculan que todavía quedan dos o tres jornadas de trabajo para comprobar la totalidad de la finca.
Por todo ello, Medio Ambiente ha confirmado que se levantará acta de denuncia cuando termine el reconocimiento puesto que ya se ha detectado el doble de árboles talados de los autorizados.