El yoga transformó mi vida cuando era una adolescente preocupada por mi físico

Kate Pearson 16/02/2018 09:08

La mayoría de la gente piensa que ir a yoga es como ir a una clase larga de estiramientos, o que es un deporte para personas mayores, y no podrían estar más equivocados. El yoga es una disciplina milenaria que te ayuda a conseguir un mayor control físico y mental.

Lo que sí sabemos todos es que el yoga está de moda. Cada vez hay más centros especializados y ya no hay gimnasio que no ofrezca al menos un par de clases por semana. Y es que el yoga está calando tanto en nuestra cultura porque solo aporta beneficios. ¡Quien lo prueba, repite! Es una pena que te los estés perdiendo solo porque crees que el yoga no es para ti. Yo he impartido clases para gente de todas las edades, y creo que el yoga tiene el poder de transformar tu cuerpo y tu mente, ¡incluso tu vida!

Muchos adolescentes, por ejemplo, pasan del yoga porque creen que hacer ejercicio es sinónimo de cardio y sudor. Pero el yoga es el complemento perfecto para la adolescencia porque, aunque estás en una etapa muy divertida que recordarás toda tu vida, también es una etapa complicada, tienes que superar muchos obstáculos y es muy fácil desarrollar estrés, ansiedad, problemas de concentración y hasta depresión.

Estos son todos los beneficios que puedes experimentar si practicas yoga en la adolescencia:

Mejora tu forma física: si practicas yoga de forma regular, mejorará tu flexibilidad, conseguirás tonificar tus músculos, perder peso, mejorar tu postura corporal y ganar fuerza y equilibro. ¡Después de dos meses haciendo yoga serás un 35% más flexible! Tu cuerpo eliminará grasa y desarrollará músculos sin necesidad de recurrir a las aburridas repeticiones de la sala de máquinas del gimnasio.

Mejora tu estado emocional: Aprender a controlar tu respiración, a relajarte profundamente y a “reducir la velocidad” del día a día te ayudará a lidiar con el estrés. Varios estudios han demostrado que el yoga aumenta tu capacidad de concentración y hasta mejora tu memoria. ¿Te sientes estresado el día antes de un examen? ¡No le eches más horas, vete a clase de yoga!

Te hará sentir más cómodo con tu propio cuerpo: los medios de comunicación y las redes sociales no paran de mostrarnos imágenes de gente con cuerpos perfectos y vidas perfectas. Es difícil resistir la tentación de compararse con ellos. Durante la adolescencia se experimentan constantes cambios físicos, y no todos ellos nos hacen sentir igual de bien. ¡Miedos fuera! El yoga te ayuda a amar y respetar tu cuerpo, además de aprender a cuidarlo. El yoga te enseña que tú eres mucho más que tu cuerpo y tu apariencia.

Tu piel estará más sana: el yoga te permite eliminar toxinas de manera natural, incluso mejorará tu problemilla con los granos y puntos negros. Muchas posturas de yoga, sobre todo las invertidas (en las que estás bocabajo) son excelentes para tu piel. ¿Que cómo es esto posible? Cuando estás bocabajo, se aumenta el riego sanguíneo que “te baja a la cabeza” y eso oxigena tu piel y tu cerebro. No necesitas estar una hora haciendo el pino para notarlo, de hecho, no necesitas conseguir hacer el pino, porque hay posturas adaptadas a todos los niveles, así que no tengas miedo a las complicadas posturas que suelen ilustrar los artículos de yoga, porque los profesores sabremos adaptarlas para ti.

Tus órganos estarán más sanos: estirar los músculos y las articulaciones, además de todo el trabajo que conllevan los saludos al sol, también ayudará a tus órganos internos, ya que el yoga favorece el riego sanguíneo, lo que te permitirá también eliminar toxinas del resto de tu cuerpo. Traducido, podría decirse que el yoga es también un tratamiento antiedad.Cero presión, porque esto no va de competir: al contrario de la mayoría de deportes, en el yoga no tienes que preocuparte por competir con nadie. El yoga solo va de tu relación contigo mismo. Pero si eres de esos a los que le gusta “picarse” un poco con alguien para mejorar, podrás “picarte” contigo, y superarte constantemente en aprender a controlar tu mente. Ommmmm!

Una de mis alumnas, Marta Lobo, de 18 años, también tiene algo que decir sobre el yoga: “el mayor cambio que he notado es que, cuando me preparo para mis exámenes, cada vez puedo controlar mejor el estrés. A veces he sufrido ansiedad por la presión de los exámenes, y el yoga me ha ayudado muchísimo con esto. También lo he notado con mi menstruación, desde que hago yoga está regulada, y eso que yo llevaba años con las reglas descontroladas. Lo que más me gusta de hacer yoga es que me permite tener un momento para observarme a mí misma, sin juzgarme. Lo único que importa cuando haces yoga es que cada día eres mejor.”

Si quieres más información, acude a mi web personal.