Las casas de los futbolistas, foco de robos: otros casos de deportistas que fueron asaltados como Sergio Ramos

Desagradable suceso el que tuvieron que vivir los cuatro hijos de Sergio Ramos y Pilar Rubio el pasado 20 de septiembre. Mientras el futbolista disputaba su primer partido como jugador del Sevilla Fútbol Club y la presentadora se encontraba fuera de la capital hispalense por un compromiso profesional, un grupo de atracadores accedieron a su casa de Sevilla, donde estaban los menores junto a sus dos cuidadoras, para asaltarla.

Aunque según informa ABC "no sufrieron daños", los ladrones cumplieron con su objetivo y abandonaron la Finca La Alegría, de 44 hectáreas, con un suculento botín formado por relojes de lujo, joyas, dinero en efectivo y ropa de alta gama.

Los futbolistas, foco de asaltos

Esta no es la primera vez que la familia Ramos es víctima de un asalto. En 2012, esta vez en su chalé de Conde de Orgaz, en Madrid, Sergio estaba dentro de su domicilio acompañado por su hermano y representante René cuando se topó con otros cacos, a los que lograron evadir.

Por desgracia, como bien demuestra el caso de Sergio Ramos, cada vez son más recurrentes los robos organizados en viviendas de futbolistas. De hecho, es complicado encontrar a un deportista de su nivel que no haya pasado recientemente por lo mismo que él. Su ya sabido alto nivel adquisitivo, sumado a la exposición que hacen muchos de ellos de sus domicilios, ha facilitado que sus casas pasen a convertirse en una opción más que suculenta para los cacos, que muchas veces logran sortear las fuertes medidas de seguridad con los que tratan de protegerse.

De hecho, esta finca en concreto cuenta con un sitio web en el que poder hacer un recorrido virtual por muchas de las estancias, tanto exteriores como interiores, con las que cuenta la propiedad, que ofrece servicios de alquiler y que fue el lugar donde él y Pilar Rubio celebraron su boda en junio de 2019.

Los casos más recientes

El último al que le sucedió algo similar fue Rodrygo Goes, del Real Madrid. En su caso, el robo tuvo lugar en su casa de La Moraleja, al norte de la capital. Por suerte, ni él ni sus padres, con los que convive actualmente, se encontraban en el domicilio, ya que el futbolista se estaba enfrentando al Osasuna en el estadio de La Cartuja, en Sevilla. Fue un empleado de la seguridad privada del brasileño quien alertó de lo sucedido una vez los cacos ya se habían dado a la fuga.

Aprovechar que el dueño de la vivienda se encuentra jugando un partido que está siendo seguido en directo por millones de espectadores ya es un modus operandi para muchas bandas organizadas. Recientemente les ha sucedido a Ramos y a Goes, pero en enero de 2022 también le sucedió a Karim Benzema, compañero del segundo por entonces, que desconocía que su casa de San Sebastián de los Reyes estaba siendo asaltada mientras disputaba un encuentro ante el Elche en el Santiago Bernabéu, a escasos kilómetros de su domicilio. Al no haber nadie en el domicilio, la policía fue notificada a través de una alarma de seguridad que saltó después de que los atracadores saltaran la valla que rodea a la propiedad y reventaran una de las cristaleras.

Pocos meses después de Benzema, concretamente en agosto de 2022, era Dani Carvajal, que continúa jugando como defensa en el equipo merengue, el que denunciaba un allanamiento en su casa de Boadilla del Monte. Los asaltantes fueron detenidos por la Guardia Civil en diciembre, cuando se destapó que formaban parte de un grupo criminal compuesto por cuatro varones provenientes de Albania.

La ola de robos a deportistas de 2019

Hay que ir a 2019, un poco más atrás, para recordar casos como el de Thomas Partey o Isco Alarcón. El primer robo lo vivió en primera persona la empleada del hogar del entonces jugador del Atleti, que vio cómo los cacos se llevaban dinero y objetos de valor, como le sucedió a Ramos hace una semana. El segundo, fechado en junio de ese año, fue simultáneo al que sufrió Zinedine Zidane. Pero no fueron los únicos que salieron a la luz en 2019, ni mucho menos.

Jordi Alba, Ezequiel Garay, Joaquín Sánchez o Gerard Piqué vieron cómo sus domicilios repartidos entre Madrid, Valencia, Sevilla o Barcelona eran saqueados. Una alarmante ola de robos de la que también formaron parte Álvaro Morata y Alice Campello, que hablaron de este suceso al poco de denunciarlo. "Todos estamos bien, podría haber sido mucho peor... Han robado recuerdos, pero eso ya pasó. Ahora intentaré no pensar en ello, pensar en nuestra familia y tratar de olivar", dijo la modelo italiana.