Los croatas jugaron su última semifinal de un gran torneo internacional en el Eurobasket celebrado en Grecia en 1995, cuando Lituania --que podría volver a ser rival esta vez-- les apartó de la final aunque acabaron consiguiendo el bronce. Casi dos décadas después, el sueño de la medalla vuelve a estar cerca.
Y es que a pesar de las ganas puestas por Ucrania en el inicio, su escalón competitivo era otro. Los de Fratello comenzaron el partido mandando, imponiendo el deseo del novato, pero acabaron doblando la rodilla ante una Croacia que encontró siempre soluciones ofensivas.
Los 51 puntos a la media parte (51-35) se antojaban demasiados para el equipo de Mike Fratello, sin tanto recurso en ataque. El exjugador del Unicaja de Málaga Krunoslav Simon mostró su mejor versión (23 puntos) y lideró a los croatas, imparables en la parcela ofensiva.
Ucrania vivió del talento de Jeter (19 puntos) y Gladyir (13) pero acabó pagando su día negro desde el perímetro (3/22 en triples) y las constantes pérdidas (9 al descanso, 17 al final), que facilitaron el juego en transición de unos croatas que tuvieron en el madridista Dontaye Draper (4 robos) a su ladrón de guante blanco.
Los nueve puntos de diferencia a finales del tercer cuarto (66-57, min.29) fueron lo más cercano que tuvo Ucrania una remontada que nunca pareció poder llegar. Croacia, que lo ha ganado todo en el Eurobasket salvo el humillante estreno ante España, retorna a las semifinales con sed de medalla y sin haber gastado mucha energía, factor que puede ser decisivo de cara a las semifinales de este viernes (17.45 horas), en las que ya espera a Lituania o Italia.