"Desde el primer día son uno de los favoritos para ganar la Euroliga. Cada vez que tienes a Obradovic como entrenador eres uno de los favoritos. Es sin duda el mejor entrenador de Europa, y tiene experiencia en poner un equipo compacto y liderando, y la experiencia en esta competición es lo que hace que todos sus equipos sean favoritos, al igual que el Fenerbahce este año", aseguró en una entrevista a la web de la Euroliga, avisando del gran obstáculo que deberán superar para alcanzar la ansiada final europea.
"Tienen un buen equilibrio, una gran calidad individual y una gran cantidad de jugadores con hambre de éxito. Creo que es evidente, por la forma como jugaron durante toda la Euroliga, que son considerados el favorito absoluto a la Euroliga", declaró el croata.
Perasovic resaltó la dificultad de un encuentro ante los turcos, lanzados después de arrollar al vigente campeón, el Real Madrid. "Su fuerza es su esfuerzo de equipo. Tienen un montón de grandes individualidades, pero como equipo son lo que todo entrenador quiere tener. Son duros, disciplinados, versátiles. El Fenerbahce no tiene muchas grietas que puedas explotar. Tenemos que jugar nuestro baloncesto y ver a dónde nos lleva", dijo.
Pese al gran rendimiento que consiguió sacar de una plantilla con la que pocos contaban a estas alturas, el balcánico afirmó no tener la clave del éxito. "Cuando ganamos fuera de casa en el 'Top 16' en Barcelona y en Madrid empezamos a creer que podemos calificar. Hasta ese momento, era una ilusión esperar que estaríamos entre los cuatro equipos en el final de la temporada, especialmente con el duro grupo 'Top 16' que teníamos", reconoció, centrado en culminar su campaña con el gran broche.
"No hay una fórmula especial. Los jugadores son conscientes de que un momento especial en su carrera se acerca", admitió, a pesar de que el ya ganador de la Euroliga en tres ocasiones como jugador también hubiera logrado guiar a lo más alto al Valencia Basket en la Eurocup.
"Es importante jugar bien, hacer tiros y tener buenos porcentajes de tiro. Tienes que jugar con una defensa dura y no dejar que el oponente tenga una vía fácil. La experiencia de jugar en este tipo de juegos es importante. No estoy seguro de si es crucial, pero es importante, por lo que no se debilitan en las piernas cuando se juega en dicha etapa. Una 'Final Four' es una etapa diferente", expuso el míster.
"NO TENER UN EQUIPO CARO NO SIGNIFICA NO TENER UN BUEN EQUIPO"
En cuanto a las limitaciones económicas con las que cuenta el Baskonia, el balcánico aseveró que "no tener un equipo caro no significa que no puedas tener un buen equipo" y se mostró orgulloso de haber mantenido a su columna vertebral sobre la cancha, puesto que según él el rendimiento de los jugadores mejora en el segundo año. "Jugadores con la experiencia de haber pasado un año en el club y la llegada de Ioannis Bourousis es la combinación que nos ha ayudado a tener un vestuario competitivo", insistió.
Además, el laureado técnico mostró su admiración hacia el serbio Zelimir Obradovic, contra el que se verá las caras en el banquillo del Fenerbahce y con quien compartió vestuario con la selección yugoslava en los años 90.
"¿Quién podría haber imaginado hace 25 años que estaríamos en estas posiciones ahora? Sin embargo, el hecho es que yo siempre veía Obradovic como un jugador que pensaba como un entrenador. Era ese tipo de un jugador. Puede que no haya tenido la calidad de otros grandes jugadores en su posición, pero ya en ese entonces pensaba de manera diferente y era muy respetado por cada jugador en ese gran equipo", comentó, entusiasmado ante su reencuentro.
Por último, Perasovic estableció el campeonato continental como "un sueño", aunque no quiso subirse al carro de la euforia existente en tierras vascas. "Creo que es lo que todos los entrenadores sueñan cuando se meten a entrenar por primera vez, pero yo no pienso en esta 'final four' de esa manera, pienso solo en el primer partido que tenemos. Ganar el título todavía se ve tan lejos ahora mismo, que no tiene sentido pensar en ello de esa forma", concluyó.