El meta marfileño Boubacar Barry convirtió el decisivo penalti, después de parar el lanzamiento del portero rival, para dar a su país un título que se le había resistido en las últimas ediciones. Se trata del segundo torneo continental para Costa de Marfil después de levantarlo en 1992 precisamente contra Ghana en otra agónica tanda de penaltis (11-10).
El título supone también el segundo para su seleccionador, el francés Herve Renard, quien pasa a ser el primer entrenador que conquista la Copa de África con dos selecciones, ya que lo hizo con Zambia en 2012, derrotando precisamente a los marfileños.
Tras dos horas intensas, por lo que había en juego, pero con muy pocas ocasiones de gol, Barry, que jugó la final por la lesión de última hora de su compañero Sylvain Gbohouo, se convirtió en el héroe de 'los elefantes' convirtiendo el decisivo penal.