El Real Madrid pierde el liderato una jornada antes del 'clásico'

EUROPA PRESS 08/11/2015 22:35

El 'método Benítez' perdió su efecto a la undécima jornada -decimoquinto partido del curso- tras caer sin discusión en el coso de Nervión. La ansiedad local encontró a su presa perfecta pese a que el guión lo comenzase escribiendo Sergio Ramos con una preciosa chilena que allanaba la cuesta para los merengues.

Al minuto 22 no había montaña imposible de escalar para el Madrid, que acabó entregando el liderato a una semana del 'clásico'. El parón por las selecciones enfriará las sensaciones, pero no podrá cambiar la tabla. El Barça, tras golear al Villarreal, es el nuevo líder de la Liga y visitará el Bernabéu subido en el pedestal.

Este domingo, el Sevilla mandó al limbo el equilibrio, el rigor y el orden. Todos ellos, cogidos de la mano, se fueron de paseo con las estadísticas que tanto enorgullecen a Benítez. Y cuando falta el fútbol los números no valen nada. Eso fue lo que le ocurrió al Madrid más conformista de los últimos tiempos.

Ramos aprovechó un córner para poner en ventaja a los suyos. El de Camas, que marcó a su exequipo, remató con un escorzo de delantero centro puro. En la caída, y tras quejarse en el hombro, fue sustituido ocho minutos después. Varane ocupó su sitio y el colchón apenas le duró un cuarto de hora a los merengues.

Un paso atrás, pérdida del control del centro del campo, y nula presencia de un Cristiano que estuvo desaparecido en la inmovilidad de su nueva ubicación. El mejor rematador de este deporte es intrascendente si no arranca desde la banda y aprovecha su velocidad para desequilibrar al rival. El único que lo hizo fue Isco y fue cambiado cuando había empezado a llover para los blancos en el Pizjuán.

Da igual que lo hagan bien o mal, la misma sensación que había con Ancelotti, Pellegrini o Mourinho porque Cristiano jugará siempre. Contra quien sea y donde sea. Y ahí, en la concepción de colectivo, lleva perdiendo el Madrid desde hace unos años. Nada importa tanto como que el 'crack' de Madeira se vaya a casa contento con el balón bajo el brazo.