"Hemos decidido retractarnos de nuestro acuerdo (previo) con el Spartak debido a la situación política entre Ucrania y Rusia. No creemos que sea lo más apropiado viajar a Moscú", dijo el equipo ucraniano en un comunicado.
Rusia completó la anexión de la península ucraniana de Crimea el mes pasado, desatando una gran crisis política a nivel mundial. El Spartak de Moscú y el Dinamo de Kiev, archirrivales antes de la caída de la Unión Soviética, tenían previsto inaugurar en julio el estadio Otkritiye, con capacidad para 44.000 personas.