"Es algo que te deja un sabor de boca muy agradable porque es una victoria que quiero disfrutar muchísimo, por todo lo que hemos sufrido para llegar hasta el final y poder vivir este momento de triunfo. Espero que éste no sea el último; creo que aún me queda cuerda para rato", argumentó a su llegada al Aeropuerto de El Prat.
Coma, vencedor en 2006, 2009, 2011 y este 2014, celebró que la presión del Dakar no haya podido con él. "Pero no ha sido fácil", se sinceró rodeado por familiares y más de un centenar de aficionados, que portaban pancartas como la de 'Marc ets un crack'. Así, quiere degustar este momento.
"He hecho un poco la reflexión de que quizá no he disfrutado lo suficiente las victorias en los anteriores Dakar y me he prometido a mí mismo que si lo ganaba lo celebraría al máximo. No quiero empezar a hablar del año que viene, porque parece que estés olvidando el actual, y quiero saborearlo y disfrutarlo", argumentó.
Y es que ha sido una victoria "muy especial y dura". "Hemos tenido que luchar contra marcas del nivel de Honda o Yamaha y si miro hacia atrás recuerdo que el año pasado no pude correr por una lesión y no sabía con qué me iba a encontrar en este", señaló al respecto.
A su juicio, quizá ha sido uno de los "más duros de la historia". "Llego muy cansado, pero también muy contento y con ganas de estar con los míos. Después de no haber podido correr el año pasado esto es algo sensacional", sentenció.