El inicio de partido fue muy bueno para España, que endosó un parcial de 2-0, pero poco a poco las rusas se hicieron con el domino del juego. La primera ventaja llegó muy pronto, pero la selección supo superar ese primer revés y mantenerse en el partido hasta el ecuador de la primera parte donde la gran actuación de la portera rusa evitó que las jugadoras españolas pudieran reducir la distancia.
Pese a los intentos de España por reducir las diferencias, el escaso acierto de la jugadoras desde la primera línea --únicamente consiguieron tres tantos desde esa posición--, llevó a las rusas a irse en el marcador y situarse al descanso con cinco tantos arriba (9-14).
En los primeros minutos de la segunda parte, España salió con otro animo al campo y consiguió ajustar sus líneas defensivas lo que llevó a reducir las diferencias (13-17 min. 35), pero las excesivas perdidas de la selección llevó de nuevo a las rusas a poner la máxima distancia en el partido (13-19 min. 40).
Según iban pasando los minutos el partido se fue igualando, sin embargo, España nunca inquietó realmente a las rusas, que se mostraron muy poderosas en todas las facetas del juego, sobre todo en defensa donde de una forma clara frenaron a las jugadoras españolas. Rusia se llevó definitivamente el partido por 22-28.
Pese al resultado, España debe seguir luchando para clasificarse entre los ocho primeros de este Mundial para estar en el Preolímpico, que es el objetivo del combinado nacional. El próximo rival en el grupo B de las españolas será Corea del Sur, más asequible que las campeonas del mundo.