Este deporte, habitualmente el que más metales da a la delegación española, que atesora ya un total de tres preseas, fue ya protagonista hace cuatro años en Pekín 2008 cuando conquistó más de una treintena de medallas, y en su primer día de competición empezó con fuerza.
Así, el primero en saborear el éxito fue Enrique Floriano, que repitió la plata de la capital china en los 400 libres (S12), después de una prueba donde marcó récord de España con 4:14.77, aunque a más de cuatro segundos del oro, logrado por el ruso Sergey Punko, mientras que Omar Font rozó el bronce al finalizar cuarto.
Sin embargo, el tarraconense se llevó minutos después la alegría en los 400 metros libres femeninos, donde su hermana Deborah sí conseguía saborear un metal, un preciado bronce, aunque por momentos peleó por conseguir la presea de plata.