El equipo dirigido por Manolo Cadenas, con una mezcla de veteranía y juventud en esta convocatoria en la que debutaron tres jugadores, derrotaron a Suecia en semifinales e hicieron lo propio ante un gran nivel como es Polonia, actual medalla de bronce mundialista.
La estrategia de Cadenas permitió a España comenzar con un 5-1 defensivo con Aitor Ariño como hombre avanzado, una táctica que dio sus frutos a los 'Hispanos'. Costó mucho abrir el marcador, pero desde que se logró, de la mano de Rafa Baena en la línea de 7 metros, España llevó siempre las riendas.
La solidez defensiva y las intervenciones de Rodrigo Corrales facilitaron la aparición de contraataques que España no desaprovechó, sin embargo, Polonia no se dio por vencida y llegó a enjugar la diferencia en el electrónico hasta quedarse a un solo gol de distancia (7-6, min.23).
Tras el mal momento, los 'Hispanos' volvieron a recuperar balones y los contraataques se sucedieron. El extremo Ángel Fernández brilló en la finalización de muchos de ellos y la brecha se disparó hasta los cinco tantos, aunque fueron finalmente cuatro los goles de ventaja con los que marcharon a vestuarios (8-12 descanso).
En la segunda parte, Polonia mejoró su nivel y apretó más el duelo, pero sólo intimidó en los primeros minutos. La madera se topó una y otra vez con los lanzamientos de los españoles, mientras Jurecki encontraba descolocada a la defensa española en un par de acciones consecutivas (12:14, min.34).
Y hasta ahí llegó la reacción rival. España contestó con un parcial de 1-4, con el debutante Álvaro Cabanas espléndido en la finalización y desde los 7 metros, y volvió a provocar el tiempo muerto de los locales (13-18 min.45).
En el tramo final, Polonia fue incapaz de superar el muro español y España siguió ampliando la distancia a base de contraataques. Sólo la pequeña desconexión de los últimos instantes, aprovechada por Polonia para endosar un parcial de 5:0, evitó un triunfo mucho más abultado (20-23).