"Algo mecánico lo puede hacer cualquier con cualquier nivel, en cambio un tipo de dúo como este no lo puede hacer todo el mundo. Esa es nuestra baza, esto que hacemos nosotras necesita un nivel y una manera de hacer que no puede conseguir cualquiera", defendió Mengual en declaraciones a Europa Press tras presentar la rutina que defenderán en Río de Janeiro.
La barcelonesa defendió que su rutina con Ona Carbonell está cargada de "pasión y acentos" y que ese será el rasgo con el que sorprenderán en Río y se diferenciarán de las favoritas. "Las rusas son mecánicas, lo hacen todo más o menos igual, no le meten expresión", explicó.
"Nuestro dúo es muy complicado por los abrazos, los ángulos, la primera figura que es más de solo que de dúo... Nuestra expresión hace que el trabajo de ejecución sea más difícil y nos volvamos locas para sincronizarlo", detalló.
La catalana regresa a la máxima competición tras casi seis años sin la rutina de entrenamiento, pero aseguró ir "cogiendo la forma". "Cada vez me siento mejor, tengo una edad y voy poco a poco. Vigilo sobre todo la recuperación y las lesiones. Mi capacidad de regenerarme es más lenta que la de Ona porque tengo 13 años más pero creo que soy capaz y lo llevo bastante bien", confirmó.
Su experiencia y "bagaje" en esta modalidad la animó a participar de nuevo en esta aventura olímpica. "No pensaba que volvería, el año pasado estaba en el Mundial de Kazán y me daba pereza participar en el dúo mixto. Después de hacerlo vi que llevo haciendo esto toda la vida y que seguir era un reto para el que me sentía capaz", explicó.
A pesar de que su dúo con Ona Carbonell puede aspirar a lo más alto, Mengual explicó que "no" le "obsesiona conseguir una medalla". "El camino en sí es tan bonito y tan de superación personal que ya me gusta, y puede ser que no ganemos una medalla y puede que sí, incluso el oro. En unos Juegos puede pasar de todo, la ilusión está ahí y creo que es lo más importante", resaltó.
La nadadora afirmó sentirse "contenta y orgullosa" del ejercicio que defenderán en Río del 2 al 6 de marzo para conseguir la clasificación olímpica, y aseguró estar tranquila porque "hay mucho margen de mejora".
"Hay que clasificarse, escuchar lo que dicen los jueces, tomar nota de todas las cosas que podamos mejorar. Queda mucha temporada aún, estamos ajustándonos pero lo llevamos bien. Nos parecemos en muchas cosas y nos diferenciamos en muchas otras. Ella es más joven, más eléctrica, yo soy más mayor, más racional, hay que buscar ese equilibrio", apuntó.
La medallista olímpica explicó que, actualmente, el nivel en natación sincronizada es muy alto. "Ahora es la guerra. En mi época cuando ya llegamos al podio estuvimos ahí un tiempo bastante cómodas. Teníamos un nivel pero si un día cometíamos un fallo se perdonaba, como a Rusia le pasa ahora, aunque un día no estén tan estupendas son las mejores y no pasa nada. Ahora hay mucha más competitividad", señaló.
Finalmente, dejó claro que ocurra lo que ocurra en Brasil "no" continuará después de este año, pero que seguirá animando a su compañera a seguir creciendo.