Sin embargo, la percepción mejora cuando el espacio temporal sobre el que se les pregunta se amplía hasta los próximos tres años. Además, PwC resalta que las expectativas de los ejecutivos sobre la evolución de la coyuntura económica global para 2016 también son más negativas que en 2015.
Los escándalos en los certificados de emisiones, el retraso en la retirada de vehículos defectuosos o la manipulación de los test de eficiencia de los carburantes han afectado en la confianza de los clientes. De hecho, según el estudio, el 58% de los consejeros delegados están preocupados sobre cómo podría afectar esto en el crecimiento de sus negocios.
De cara a 2016, el mercado favorito de los consejeros delegados es Estados Unidos, por delante de China, gracias a las cifras "récord" en ventas, que se registraron en 2015.
Asimismo, el 74% de los primeros ejecutivos del sector cree que los bloques comerciales regionales van a redoblar su importancia en el futuro, en detrimento de un gran mercado global, por el que solo apuestan el 24% de los encuestados.
"Esto es especialmente relevante en una industria como la de la automoción, en la que las cadenas de suministro de las grandes compañías están muy globalizadas", según afirma PwC.
En lo que respecta a la innovación, el 85% de los ejecutivos encuestados quiere cambiar la forma en que utilizan la tecnología y la innovación para cumplir las expectativas de sus grupos de interés.