En estas fechas, los cambios en las condiciones meteorológicas como la bajada brusca de las temperaturas y el desarrollo de precipitaciones influyen significativamente en los dispositivos del coche y, en consecuencia, en el tipo de conducción que se debe llevar a cabo.
Por ello, la compañía de mantenimiento aconseja comprobar la presión, el dibujo y las ranuras de los neumáticos con el objetivo de que tengan una profundidad mínima de 1,6 milímetros, aunque añade que siempre es recomendable algo superior a eso.
Además, recomienda los neumáticos de invierno como alternativa para una conducción segura en determinadas zonas geográficas para asegurar una buena adherencia al terreno y evitar del deslizamiento.
Por otra parte, recomienda cambiar las escobillas por unas nuevas cuando se realice la revisión oficial, ya que son un elemento de seguridad "vital" en el invierno.
Asimismo, las baterías son sensibles a las temperaturas extremas, sobre todo si son bajas, por lo que Midas aconseja cambiarlas cada cuatro o cinco años, aunque su vida dependerá del uso que se haga del vehículo, del tipo de batería y de la marca.
Por último, las bajas temperaturas pueden provocar que el líquido refrigerante varíe, por lo que es aconsejable revisarlo habitualmente con el motor siempre en frío para comprobar sus niveles.