"No sé cómo Tiger (Woods) ha ganado catorce 'grandes' con esta presión. En los últimos hoyos ni sentía las piernas por los nervios. Siendo honesto, creía que alguna veía ganaría un 'Grand Slam', pero quizá no tan pronto. Solo es la cuarta o quinta vez que disputo uno", se sinceró Simpson tras su victoria.
El joven golfista de Carolina Norte reveló el diálogo interior que le ayudó a manejar la presión. "Era solo mi segundo US Open y me dije a mí mismo: 'No te emociones demasiado, no intentes ganar. Tienes que salir ahí fuera y buscar el par'. Eso es lo que hice y afortunadamente me entraron los putts", explicó.
Pese a esta confianza en su juego, Simpson no escondió la "angustia" que sintió en los momentos finales de la última jornada, cuando se disputaba la victoria con "jugadores enormes que han ganado por lo menos un grande'". "Son grandes golfistas por los que tengo mucho respeto, la presión era altísima", reiteró.