"El tiempo pondrá las cosas en el lugar que le corresponde, pondrá la verdad en su lugar y devolverá a este deporte todo aquello que tantísima gente hemos estado trabajando que es la dignidad, ese honor, esa imagen de deporte impoluto de un grupo de mujeres que han estado luchando muchísimos años con tesón y esfuerzo para conseguir un lugar en el deporte, no solo de élite sino también en el escolar y en el de base", defendió Tarrés en declaraciones a 'Los Desayunos de TVE' que recoge Europa Press.
La entrenadora explicó que "ahora lo más inmediato es solucionar todo esto" en referencia a la carta en la que se le acusaba de métodos abusivos en los entrenamientos, que le ha generado la "gran tristeza de tener que estar escuchando estas acusaciones e insultos de que no ha sido un deporte limpio".
"No se ha podido valorar bien estas medallas porque se ha ensuciado y un grupo de chicas han pretendido sacar lo inexplicable", lamentó Tarrés, que reiteró su sensación de que el presidente de la Real Federación Española de Natación (RFEN), Fernando Carpena, "conoce cada movimiento de esta carta porque aparece el día antes de la presentación del nuevo equipo técnico tras muchos días de silencio".
"(Carpena) ganó por un voto (las elecciones) y yo he seguido sus indicaciones y el programa de funcionamiento de la Federación. Ahora, la asamblea ha decidido que este señor siga en la Federación. Viendo la reacción del mundo de la 'sincro' creo que se intenta desacreditar el trabajo de los que hemos intentado llevar a lo más alto a un deporte como la natación sincronizada", denunció.
La catalana se considera "una entrenadora exigente, perfeccionista, optimista, obsesiva por conseguir lo que nadie haya logrado, por buscar una música que no haya encontrado nadie, por buscar la mejor tendencia, nutrición...", pero subrayó que esa "búsqueda de la perfección total" no casa con las acusaciones que volvió a negar, en la mencionada carta donde se le señalaba por vejaciones varias.
"En el deporte de elite los métodos tienen que ser exigentes para evolucionar. En los 15 años que hemos trabajado al principio sabíamos menos, pero hemos ido mejorando el método según hemos ido aprendiendo. Claro que los entrenamientos son muy duros, con un gran desgaste físico y hay que ser capaz de tolerar el dolor. Hemos estado trabajando para ayudar a las chicas a desarrollar lo mejor de su talento", zanjó.