El retraso no duró más allá de 75 minutos sobre la previsión original pero los gastos han sido cuantiosos en tiempo y combustible para la aerolínea, según cuenta CNN. A pesar de ello la compañía respalda la decisión del comandante ya que él es el reponsable de todas las vidas a bordo.
La alerta comenzó cuando la tripulación notó un problema con el sistema de calefacción de la zona de carga, algo que podría amenazar la vida del animal si el vuelo hubiera seguido, según ha comentado un portavoz de la compañía.
Por eso el comandante decidió desviar el vuelo a un aeropuerto próximo en la ruta y que permitiera un cambio rápido de aeronave.
German Kontorovich, propietario de Simba, fue el primero en mostrar su agradecimiento por la valiente decisión del piloto: "Es mi perro, es como mi hijo. Es todo". El resto de los pasajeros, a pesar de los inconvenientes y el retraso también han mostrado su conformidad con la humanidad del comandante al salvar a Simba.