El primero de diciembre de 2015, Silvia García, de 51 años de edad y trabajadora del Ayuntamiento, fue descubierta muerta a la entrada de su casa en Pilas (Sevilla). Una de sus hijas fue quien la encontró con un fuerte golpe en la cabeza y, junto a otros familiares, la trasladaron al ambulatorio municipal, que solo pudieron certificar su defunción.
Silvia habría recibido varios golpes en la cabeza con un objeto contundente y los investigadores descartaron que pudiera tratarse de un caso de violencia de género.
Más de dos años y medio después, la Guardia Civil ha confirmado la detención de una persona presuntamente relacionada con el crimen. Se trata de uno de los hermanos de la víctima, José María García, de unos 40 años de edad y también residente en Pilas. Sin embargo, el secreto de sumario dictado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número cuatro de Sanlúcar la Mayor sigue vigente en la actualidad.