Existe una amplia variedad de "dosis" a elegir: marihuana, cocaína, heroína, éxtasis, morfina, LSD... pero hay que comprarlas en la página oficial del programa y son válidas para un uso limitado de veces. Algunos de los consumidores explican que produce efectos asombrosos: cambios en las emociones, felicidad extrema, miedo Sin embargo un estudio realizado por la Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (FEPAD), descarta que estas drogas digitales produzcan los efectos que promete.
El estudio, coordinado por Marisa García-Merita, profesora de psicología de la Universidad de Valencia, pone de manifiesto que estas drogas digitales son un fraude "No produce ni euforia, ni relajación, ni mucho menos todo lo que anuncian y lo que sí que puede ser que alguien que los escuche mucho pudiese tener alguna lesión auditiva y también puede llegar a provocar un ataque epiléptico".
Siempre jugando con el bolsillo puesto que por cada dosis el usuario tiene que desembolsar previamente una tarifa en función del tipo de estupefaciente. Una forma de ganar dinero, lo único en lo que coincide con las drogas reales son los daños que pueden provocar en nuestra salud. Y existe un problema añadido, según Marisa García- Merita puede incitar al consumo de drogas convencionales: "El peligro que tiene esto es que un adolescente que lo haya probado, y no le haya hecho efecto, es posible que por lo que ha leído que produce la droga, quiera probar la droga real".
Camellos o simples estafadores, una amenaza que puede ser cualquier cosa, menos virtual.
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