La inteligencia artificial ya marca el precio de lo que compramos y lo hará más e incluso al instante
Las etiquetas digitales que cambien de precio según la oferta, la demanda, el stock o la hora, es el futuro que viene
Alba Baños, de Head of Digital Strategy at Redegal: "El precio también podría variar en función del día, la hora o la demanda"
Verónica Ferrer, profesora de Big Data y Analytics en EAE Business School: "Si el algoritmo pone algo a 1.000 euros y no lo compras, lo bajará"
En Davos también se habla de los retos y oportunidades de la Inteligencia Artificial. Hoy Informativos Telecinco se centra en cómo influye en las compras por internet. Porque lo hace. Los algoritmos recogen nuestras preferencias y calculan hasta dónde podemos pagar. Eso sirve a los sistemas para subir o bajar precios.
Así ocurre cuando buscamos vuelos, hoteles o coches de alquiler, lo más barato posible. Sin darnos cuenta de que alimentamos a la máquina con los datos que nosotros mismos le proporcionamos.
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Verónica Ferrer, profesora de Big Data y Analytics en EAE Business School da las claves del proceso. “Normalmente los algoritmos están diseñados para aprender, empieza muy sencillo y aprendiendo cada vez es más sofisticado, tiene más información y contrasta más datos. Quizás los engañas una vez, pero no eternamente". Como señala Ferrer, todo parece como un juego pero es solo información, oferta y demanda. "Si el algoritmo pone algo a 1.000 euros y no lo compras, lo bajará. Al final la decisión la suele tener el consumidor". Eso sí cuanto más nos movemos por la red, más caras nos van a salir las compras.
Carlos Fenollosa, CEO de Optimus Price desvela que “cuando hay mucha gente buscando un producto el precio sube. Incluso hay algoritmos que te dan un precio mayor si compras con un iphone que con un Android”. Una especie de leyes digitales, que en Estados Unidos, ya se aplican al negocio de la vivienda. "Cada vez el mercado inmobiliario está más digitalizado. El vendedor será un algoritmo y tu decidirás si estás dispuesto a pagar ese precio o no y en cierta manera regatearás con el ordenador”.
El futuro nos reserva también las etiquetas electrónicas, que cambiarían el valor de la ropa en una tienda o el de la comida en el supermercado. Alba Baños, de Head of Digital Strategy at Redegal, señala que “como sucede en el comercio digital, el precio también podría variar en función del día, la hora o la demanda. También en el caso de los supermercados, cuánto queda de stock, para potenciar productos con caducidad”.
El mercado se convierte en otro escenario de pugna entre la inteligencia artificial y los seres humanos. A ver quién es más inteligente al final.
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