Así, lo pusieron de manifiesto hoy tanto el miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, como la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado.
Al respecto, la ministra de Economía y Hacienda advirtió hoy de que el regulador español intervendrá en el proceso de fusión de las cajas de ahorros si éstas no cierran antes de fin de año la elección de sus consejos de administración y de sus órganos directivos.
Según Salgado, los procesos de constitución de asambleas de las cajas "son lentos" y tienen unos plazos que "hay que respetar".
De la misma opinión que Salgado fue González-Páramo, quien avisó a las cajas de que los procesos de fusión "deben estar listos antes de Navidad".
González-Páramo pidió a estas entidades que completen cuanto antes estos procesos de unión, que en la mayoría de los casos se articulan mediante los Sistemas Institucionales de Protección (SIP), para poder captar liquidez y acometer los ajustes necesarios, entre ellos "desgraciadamente" de empleo.
Durante su intervención en unas jornadas sobre Basilea III, González-Páramo no quiso responsabilizar al Banco de España de la velocidad a la que se está desarrollando la reestructuración de las cajas de ahorros ni de la forma en que se están realizando las uniones de estas entidades, mediante bancos o SIP.
A su juicio, esta no sería la vía que escogería el Banco de España "si sólo dependiera de él".
Esta semana, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aseguró que hay que incidir en la reordenación del sistema financiero, y exigiera a las cajas que han recibido dinero público para fusionarse o crear alianzas que den a conocer antes de Navidades sus consejos y nuevos equipos ejecutivos.
En contraposición a estas palabras, el director general de la Confederación Española de las Cajas de Ahorros (CECA), José Antonio Olavarrieta, manifestó que la reestructuración lleva "un ritmo muy acelerado" e insistió en que la velocidad con la que se consolida el sector es "la máxima posible".
Olavarrieta criticó a quienes hablan de la lentitud del proceso, entre ellos los principales bancos, porque con esas declaraciones "hacen un flaco favor al sistema financiero en general".
El presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, pidió también que no se susciten dudas generales sobre la rapidez o la eficacia de los procesos de reordenación, porque podrían perjudicar a todo el sector, incluidos los bancos, que también forman parte del ajuste.
En las últimas semanas, tanto el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, como el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, criticaron públicamente la lentitud con la que en su opinión se acomete la reestructuración de las cajas.
Pero, coincidiendo con estas opiniones, esta semana se han dado pasos que han propiciado el avance de los procesos de fusión, ya que el Consejo de Administración de Cajasol autorizó a su presidente, Antonio Pulido, a llevar a cabo las gestiones necesarias para que se haga efectiva su integración en el grupo Banca Cívica, formado por Caja Navarra, Caja Canarias y Caja Burgos.
Además, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) autorizó la integración mediante un SIP de Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia, y Caja Rioja.
La CNC dio también el visto bueno a la unión de las cajas gallegas Caixanova y Caixa Galicia, y a la del Círculo Católico de Burgos y Badajoz, que está liderado por la Caja de Ahorros de la Inmaculada (CAI) de Zaragoza.