Botín presume de resultados magníficos, pero el Santander cae un 9% en bolsa

AGENCIA EFE 04/02/2010 08:48

En un día negro para los parqués, el Ibex-35 fue el índice que más perdió de Europa y dentro del selectivo el Santander registró la tercera mayor caída.

De hecho, las acciones del banco, que cerraron a 9,25 euros, no caían tanto desde el 19 de noviembre de 2008.

A pesar de ello, cuando el retroceso era menor, Botín aseguró en rueda de prensa que las acciones recuperarán su valor, ya que el banco sale de la crisis "claramente reforzado".

Además de los cerca de 9.000 millones de beneficio, Botín destacó que la entidad aumentó sus niveles de capital y liquidez, y destinó 2.587 millones de plusvalías a provisiones voluntarias, con lo que las dotaciones totales para insolvencias se situaron en 9.484 millones.

Al mismo tiempo, dedicó "casi 5.000 millones de euros" -4.919 millones- para retribuir a sus más de tres millones de accionistas, que recibirán a principios de mayo un dividendo complementario de 0,22 euros por acción, con lo que la retribución total con cargo a 2009 ascenderá a 0,60 euros por acción, un 0,8% menos que un año antes.

Un anuncio de dividendo "muy importante", según Botín, pero que coincide con las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, quien valoró hoy que los bancos obtengan grandes beneficios, pero abogó por que éstos se destinen a fortalecer el balance y no a repartirse en dividendos o bonus a empleados.

De cara a los retos de España, Botín insistió en que es un país "fuerte y sólido", que probablemente saldrá de la recesión en el segundo trimestre de 2010 y empezará su recuperación en la segunda mitad del año.

Por ello, reprochó que se iguale la economía española con la de otros estados como Grecia porque es como si en fútbol se compara al "Real Madrid con el Alcoyano".

Lo que hace falta, matizó, es que las medidas anunciadas por el Ejecutivo se apliquen "pronto", porque son "las más importantes de los últimos años" y van "en la buena dirección, aunque ello exija un "esfuerzo inmenso a la sociedad".

En concretó, el presidente del Santander aludía a los planes para reducir el gasto del Estado en 50.000 millones de euros, el 5% del PIB hasta 2013; la negociación colectiva y la propuesta de reforma del sistema de pensiones.

Sobre la posibilidad de alargar la vida laboral, Botín -con 75 años ya cumplidos- bromeó al asegurar que "cuando llegue a los 67 años" tiene claro que no se jubilará y en cuanto a la alta tasa de paro, consideró "fundamental" el pacto entre patronal y sindicatos.

Respecto a la reordenación del sector financiero, que afecta especialmente a las cajas, Botín mostró su esperanza en que se actúe "cuanto antes".

Mientras tanto, las previsiones del Santander en 2010 son halagüeñas ya que espera un acuerdo "importante" a lo largo del ejercicio con el China Construction Bank (CCB), la segunda entidad del país asiático, a través del cual, según la prensa de allí, se crearía una empresa financiera conjunta para abrir cien bancos rurales en China en tres años.

Reino Unido, EEUU, Alemania y Brasil serán también otras zonas estratégicas para el Santander, en las que Botín espera obtener, a través de sus últimas adquisiciones, unos resultados próximos a los 2.300 millones de euros en 2010 y a los 3.000 millones en 2011.

Respecto a las nuevas exigencias internacionales de regulación, Botín alardeó de que el Santander está "bien preparado" para hacer frente a ellas, pues desde siempre ha contado con capital "de primer nivel, es decir, capital, capital, sin sucedáneos".

Recordó además que "la solución no está en aumentar la regulación y sí en mejorar la supervisión", y consideró que las medidas propuestas por el presidente de EEUU, Barack Obama, de delimitar las actividades de los bancos "no van en esa dirección", por lo que deseó que "no se extiendan a Europa".

Una idea que pudo haberle trasladado a Obama si no hubiera optado por presentar los resultados del Santander hoy, ya que preguntado por los periodistas, dijo que a él también le había invitado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a acompañarle al "Desayuno de la Oración" en Washington.