Según indicó a Efe el responsable de Minería y Energía de la Federación Minerometalúrgica de CCOO de Asturias, José Luis Villares, el seguimiento de la huelga está teniendo una mayor incidencia entre los empleados de las empresas privadas del sector que en la compañía pública Hunosa, cuya plantilla se sitúa actualmente en torno a los dos mil operarios.
Para el dirigente sindical, el seguimiento del paro, cuya convocatoria fue calificada de "improvisada" por el SOMA-FIA-UGT, mayoritario en el sector en Asturias, refleja que los trabajadores "han entendido la llamada de Comisiones Obreras ante la situación de un sector que sigue al borde del abismo y del colapso".
A su juicio, la decisión adoptada ayer por la Comisión Europea (CE) de permitir las ayudas a las minas de carbón no competitivas hasta 2018, como reclamaban España y Alemania, a condición de que las subvenciones vayan retirándose de manera progresiva hasta esa fecha "no cambia nada" respecto a la situación del sector.
En este sentido, Villares incidió en que esta medida "no significa nada" dado que las explotaciones deficitarias que quieran seguir acogiéndose a ayudas públicas a partir del próximo 1 de enero deberán firmar un plan de cierre para mantener las subvenciones.
"Aunque algunos digan que están contentos con esta ampliación (la Comisión Europea pretendía inicialmente eliminar las ayudas en 2014) no hay ninguna puerta abierta y, por lo tanto, es el momento de luchar y de no ser conformistas", señaló.
A su juicio, el ritmo de reducción de ayudas en los próximos años -25% en 2013, 40% en 2015, 60% en 2016, 75% en 2017 y retirada total a 31 de diciembre de 2018- supone que "casi ninguna" de las empresas carboneras actualmente en funcionamiento llegarán activas hasta 2017 e incluso algunas deberán finalizar su actividad en 2013.