El objetivo es crear la séptima caja del país, que esté operativa el próximo 1 de julio.
Tras el Consejo de Administración, que ha durado más de tres horas, el presidente de Caja España, Santos Llamas, ha anunciado en rueda de prensa que está previsto que la asamblea general que deberá ratificar la fusión se celebrará en la primera quincena de mayo próximo.
El acuerdo ha sido anunciado antes de conocer el resultado del Consejo de Caja Duero, según Llamas, que ha apuntado que le gustaría, y que no tiene ninguna duda, de que lo apoyarán también en Salamanca "por el interés" de todos.
El Consejo ha aprobado los estatutos, en los que no figura el nombre de los directores, ni de los presidentes, aunque sí el de los jefes de división de Caja España.
De la presidencia tampoco se ha hablado en este Consejo, según el presidente, ya que considera que es cuestión del "Consejo fusionado", como dice la ley, según puntualizó Llamas.
Después de dos años dándole vueltas a la fusión, Llamas ha dicho que está orgulloso y contento de que haya salido adelante esta iniciativa en Caja España, porque "la sociedad lo necesita".
"Hay que sacar pecho y caminar juntos", ha añadido el presidente, que ha apuntado que hay que dar "mensajes positivos" e ilusionar a la gente.
La Caja resultante de la fusión será la séptima a nivel nacional, con unos activos totales medios superiores a los 46.000 millones de euros.
Su plan de negocio se centrará en fortalecer la rentabilidad, la eficiencia y la solvencia.
El proyecto de fusión incluye un plan de negocio, cuyo objetivo es fortalecer los "ratio" de rentabilidad, eficiencia y solvencia.
Con el fin de alcanzar un posicionamiento óptimo para el desarrollo de la nueva Caja fusionada, el modelo de negocio se ha diseñado en torno a cuatro grandes ejes, una estrategia basada en los negocios bancarios tradicionales; un plan ambicioso de reestructuración, enfocado al aprovechamiento de las economías de escala y a la mejora de la eficiencia así como un compromiso con la Obra Social.
Además, se prevé que se ponga en marcha un proceso de recapitalización con apoyo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria ( FROB), destinado a reforzar los recursos propios durante el proceso de fusión.
Para llevar a cabo este plan de negocio, Caja España han acordado solicitar al FROB 525 millones de euros de préstamo que será devuelto en un plazo máximo de cinco años.
De forma paralela se está negociando con los representantes de los empleados un plan laboral, que incluirá la necesaria racionalización de la plantilla, de la red comercial y de los servicios centrales.
En el momento de la fusión, la nueva Caja nace con una red de 1.102 oficinas y una plantilla total de 5.549 empleados.
Con respecto a la Obra Social, la nueva Caja de Ahorros será respetuosa con los compromisos adquiridos por las dos Cajas fusionadas.