EE.UU. denuncia la represión en China en la nueva ronda de diálogo bilateral

AGENCIA EFE 09/05/2011 16:44

La primera en poner el dedo en la llaga fue la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que reiteró la "preocupación" de Washington por la falta de respeto a los derechos humanos de Pekín.

"Hemos expresado muy claramente, tanto en público como en privado, nuestra preocupación por los derechos humanos", afirmó la jefa de la diplomacia estadounidense.

"Nos preocupa el impacto en nuestra política doméstica y en la política y estabilidad de China y la región", dijo Clinton en la sesión inaugural en el Departamento del Interior en Washington con el viceprimer ministro chino, Wang Qishan, y el consejero de Estado, Dai Bingguo, sentados a su espalda.

Clinton mencionó los informes recientes que denuncian la "detención o desaparición" de abogados, escritores y otros defensores de los derechos humanos e insistió en que la historia demuestra que las sociedades que respetan los derechos humanos son "más prósperas, estables y exitosas".

"Eso ciertamente se ha demostrado una y otra vez y, más concretamente, en los últimos meses", añadió en referencia a las recientes revueltas en el norte de África y Oriente Medio.

Similar tono crítico eligió el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien habló de "rotundos desacuerdos" con Pekín en el capítulo de los derechos humanos.

"Reconozco que algunos en China ven nuestra campaña a favor de los derechos humanos como una intrusión", afirmó Biden, para añadir que tanto él como Clinton y el presidente Barack Obama creen que su defensa es la mejor forma de lograr "estabilidad y prosperidad a largo plazo".

Frente a esas críticas, el consejero de Estado chino, Dai Bingguo, optó por invitar a los estadounidenses a visitar su país para que comprueben el que describió como "enorme progreso" en áreas como la de los derechos humanos.

Pese a las tensiones en ese frente los representantes de las dos mayores economías mundiales expresaron su interés en seguir creando un clima de mutuo entendimiento y confianza.

"La relación entre China y Estados Unidos está en un punto extremadamente importante de la historia", dijo Dai, quien recordó que los líderes de ambos países decidieron crear en enero una cooperación basada en el respeto y el interés mutuo.

Clinton, por su parte, descartó que Washington vea la pujanza económica china como una amenaza.

"Algunos en nuestro país ven el progreso de China como una amenaza para Estados Unidos y algunos en China temen que Estados Unidos trata de frenar el crecimiento chino", dijo.

"Rechazamos ambos puntos de vista", subrayó, para añadir que ambos socios tienen "mucho más que ganar" con la cooperación que con el conflicto.

En el frente estrictamente económico, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, reiteró el interés de Washington en una mayor flexibilidad cambiaria y en unos mercados de capitales más abiertos.

Apuntó, por lo demás, que tras las "extraordinarias" reformas de los últimos 30 años China necesita un nuevo modelo de crecimiento impulsado por la demanda doméstica y basado en el mercado.

"El desafío (para China) es sentar las bases de un nuevo modelo de crecimiento impulsado más por la demanda doméstica, con una economía más basada en el mercado y un sistema financiero más sofisticado", dijo.

La nueva ronda de diálogo estratégico está encabezada, del lado estadounidense, por Geithner y Clinton y del chino por el viceprimer ministro, Wang Qishan, y el consejero de Estado, Dai Bingguo.

El evento atraerá a responsables de 16 agencias estadounidenses, entre ellos el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y el secretario de Comercio Gary Locke.

China ha enviado a representantes de unas 20 agencias gubernamentales, incluidos el ministro de Finanzas, Xie Xuren, el gobernador del Banco Popular de China (central), Zhou Xiaochuan y el ministro de Ciencia y Tecnología Wan Gang.

La nueva ronda de diálogo acoge, por primera vez, encuentros militares de alto nivel.