Moody's se suma a los recortes a Portugal y deja al país al borde del rescate

AGENCIA EFE 05/04/2011 07:14

Moody's anunció hoy que rebaja en un peldaño la nota a Portugal, hasta "Baa1", con lo que se suma así a los recortes ya aplicados por las otras dos principales agencias de calificación de riesgo, Fitch y Standard & Poor's, y que la situaron a un único escalón por encima de la consideración de "bono basura".

La agencia precisó que sólo baja un nivel la calificación de Portugal por su convicción de que el país "probablemente aprovechará" la posibilidad de recurrir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.

También Fitch dirigió su mirada hoy hacia Portugal y recortó la calificación de seis grandes bancos portugueses alegando pronósticos de que la presión sobre las entidades lusas "continuará" y que necesitarán del apoyo del Banco Central Europeo para hacer frente a sus necesidades de refinanciación.

La decisión de Moody's -ya esperada por los analistas- supuso un nuevo revés para Portugal y aumentó la presión a la que se ve sometido el país en los mercados, donde hoy sus obligaciones a cinco años volvieron a batir un nuevo récord al superar un interés del 10 por ciento.

La evolución de estos títulos a cinco años reflejan que la escalada de los intereses se ha acelerado significativamente en el último mes y medio, período en el que alcanzó máximos históricos del 7 por ciento (15 de febrero), 8 por ciento (11 de marzo) y 9 por ciento (30 de marzo).

Las obligaciones lusas con vencimiento a dos y tres años cotizaron hoy también al alza en el mercado secundario, hasta el 9 y el 9,5 por ciento, y se situaron por encima de la rentabilidad exigida por los inversores a diez años (8,66 por ciento), en una prueba más de que el temor es mayor a corto que a largo plazo.

Otro indicador que apunta en esta misma dirección son los llamados seguros de impago de deuda ("Credit Default Swaps" en inglés), y que hoy subieron en el caso de Portugal hasta resultar más caros que los seguros de Irlanda.

Estos CDS son derivados financieros que compensan a su comprador en caso de que un emisor de deuda -ya sea un país o una empresa- no pueda cumplir con sus compromisos con los inversores, de forma que la prima anual a pagar sube cuanto mayor es el riesgo de quiebra.

En este contexto, analistas y empresarios lusos consideran ya "inevitable" que Portugal recurra a la ayuda de Europa y del Fondo Monetario Internacional (FMI), como hicieron Grecia e Irlanda en 2010, y el debate se centra ya en cómo y cuándo hacerlo.

El presidente del Banco Comercial Portugués (una de las entidades más importantes del país), Carlos Santos Ferreira, abogó por solicitar a la Comisión Europea una "ayuda temporal" superior a los 10.000 millones de euros para superar con éxito los compromisos a los que debe hacer frente hasta junio, y demorar la petición formal de rescate.

En este segundo trimestre del año, Portugal debe afrontar un pago de más de 9.000 millones de euros por el vencimiento de varias líneas de deuda, lo que en la práctica le obliga a seguir acudiendo al mercado para financiarse pese a los elevados intereses.

La semana pasada el Tesoro luso logró colocar 1.650 millones de euros a quince meses y mañana miércoles volverá a emitir alrededor de 1.000 millones de euros.

La convocatoria de comicios anticipados para el próximo 5 de junio tras la dimisión, el 23 de marzo, del primer ministro José Sócrates ha sumido al país en una incertidumbre política y una campaña preelectoral que también preocupa a los mercados.

Sócrates reiteró el lunes su oposición a pedir el rescate financiero, aunque admitió que la crisis política ha perjudicado las posibilidades del país de resolver la situación financiera de forma autónoma.

El líder de la oposición conservadora, Pedro Passos Coelho, insistió a su vez en la necesidad de que el Ejecutivo asuma sus responsabilidades ante la situación en que se encuentra Portugal.