En concreto, el principal índice japonés ha caído un 3,1%, hasta los 15.434,14 puntos, su nivel más bajo desde mediados de abril, y acumula un retroceso del 18,91% desde el comienzo del año.
El BoJ, ha decidido mantener sin modificaciones su política monetaria en la reunión de junio, por lo que el tipo de interés aplicado al dinero que las entidades depositan en la institución nipon permanecerá en el -0,1%. Asimismo, proseguirá con sus programas de compras de activos para estimular la economía en los niveles actuales.
En este sentido, la máxima institución monetaria nipona ha alertado de que las incertidumbres del escenario económico actual ponen el riesgo la mejoría de la confianza empresarial, retrasan la toma de medidas deflacionarias y afectan negativamente a la inflación.
De esta forma, el yen se apreciaba un 2,2% respecto al dólar, al intercambiarse un 'billete verde' por 103,58 yenes, el nivel más alto de la divisa nipona desde agosto de 2014, lo que supone una apreciación del 14,87% desde sus mínimos anuales registrados a finales de enero.